Conoce los simples pasos que propuso Ray Bradbury para salvar una ciudad

A través de sus novelas futuristas, Ray Bradbury planteó el tema de la desnaturalización social y de la alineación de los seres humanos

Conoce los simples pasos que propuso Ray Bradbury  para salvar una ciudad

Autor: Arturo Ledezma


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A través de sus novelas futuristas, Ray Bradbury planteó el tema de la desnaturalización social y de la alineación de los seres humanos.

La visión crítica de su literatura, se basaba en lo que le tocaba ver justamente en su ciudad (Los Angeles, California), donde el progreso se basaba en reducir los espacios públicos en pos de la industria y los autos.

Por eso, el futurismo de Bradbury era también una mirada al pasado: Nos subimos en nuestros autos. Conducimos… y conducimos… y conducimos… y llegamos a casa ciegos de cansancio. No hemos visto nada, ni nos han visto. ¿Cómo lo perdimos todo? ¿Cómo podemos recobrarlo?

Eso se preguntaba el escritor. Y para resolver el asunto, escribió simples pasos para volver a vivir decentemente en la ciudad:

– El plan consiste en una gran cuadra urbana, una especie de larga plaza, que sirva de lugar de reunión para los diferentes núcleos de la ciudad, donde la gente pueda dar vueltas, vagar, fumar, o simplemente sentarse y mirar. 

– Exactamente en el centro: Un escenario. Alrededor, un enorme espacio de conversación. Mesas suficientes y sillas para que 400 personas puedan sentarse bajo las estrellas a tomar café o Coca-Cola. 

– En las cuatro esquinas de la cuadra, cuatro teatros. Uno para estrenar películas. Un segundo para las películas clásicas. Un tercero para el teatro en vivo. Y el cuarto sería una cafetería para bandas de rock. Cada teatro debe ser para unas 300 a 500 personas. 

– Además, la gran plaza debe tener, un bazar, una buena ferretería, una tienda de arte, una galería, una tienda de discos, una tabaquería y tres librerías: Una para libros de tapa dura, una para libros de tapa blanda y una tercera que sea una cripta vieja y rara de bibliotecario añoso, apropiadamente cubierta en polvo y con poca luz. Esta última debería tener una chimenea real en su centro, donde, en las noches frías, seis sillas cómodas pudieran ser arrimadas para estudiantes/lectores ociosos, en comunicación con el fantasma de Byron, amurallados por miles de honorables tomos antiguos. 

Como sus historias, así de sencillo y amable era el plan de Ray Bradbury, porque al fin, consistía solamente en que las personas se vuelvan a encontrar, se vuelvan a mirar o que simplemente disfruten del ocio. Sin embargo, por alguna razón, esta forma tan simple de vivir, hoy nos parece tan difícil encontrar.

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Fuente: http://faenaaleph.com/es/


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