El consejo de Tolstoi para quienes no pueden dejar de ver porno

TOLSTÓI HABRÍA LUCHADO CON UNA ADICCIÓN AL SEXO Y ENCONTRÓ EN SU TRABAJO UN ANTÍDOTO La vitalidad del Conde Lev Tolstói es harto conocida

El consejo de Tolstoi para quienes no pueden dejar de ver porno

Autor: Latina Campos
TOLSTÓI HABRÍA LUCHADO CON UNA ADICCIÓN AL SEXO Y ENCONTRÓ EN SU TRABAJO UN ANTÍDOTO

La vitalidad del Conde Lev Tolstói es harto conocida. Además de crear una monumental obra literaria e interesarse por temas sumamente diversos como la ecología, los derechos sociales, la espiritualidad y otros, Tolstói tuvo una enorme familia, dando a luz a unos 13 hijos -muchos de los cuales murieron en la infancia-. Una parte importante de Tolstói fue su lucha con el instinto sexual. Algunas personas han especulado que en su juventud fue un adicto al sexo. Por ejemplo, en un escrito que puede considerase una serie de mandamientos para un hombre de genio, él mismo se exhorta a sólo visitar el burdel dos veces al mes. Evidentemente se trataba de otra época, pero algo deja ver esto de su feroz deseo.

Lo interesante, sin embargo, es que al madurar y reformular sus reglas para una buena vida, Tolstoi elimina esta regla de ir a los prostíbulos. En su fase madura Tolstói se anima a:

-Suprimir la lujuria trabajando duro.

Y en esa misma formulación habla de alejarse de las mujeres (hay que decir que Tolstói era un tanto misógino) y dedicarse «a ayudar a los menos afortunados».  Hoy en día muchas personas son adictas al sexo, sobre todo al porno, lo cual es ciertamente una versión de más baja resolución del sexo. A estas personas podría servirles leer las palabras de Tolstói, quien desde que tenía 18 años se propuso un código personal para alcanzar la grandeza y entendió que el trabajo y la motivación eran una forma de combatir el deseo sexual lujurioso.

Pensar que cada vez que ves porno estás evitando trabajar en algo que te puede llevar a la grandeza, incluso justamente a conseguir una relación de pareja sana (y tener buen sexo) es un buen recordatorio para superar la adicción a la pornografía. Evidentemente existen terapias y recursos profesionales que pueden y deben utilizarse, pero para algunos, la inspiración de un hombre como Tolstói, que padeció algo que muchos padecen y lo superó (o la menos controló) concentrando esa misma energía sexual en la creatividad de su trabajo, sublimando así su deseo, puede de ser una excelente fuente de inspiración. De cualquier manera, el trabajo y la creatividad siempre son buenas formas de tratar un trastorno.

Vía Pijama Surf


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