Muchas veces el caos cotidiano nos hace pensar que la vida es demasiado difícil para vivirla como siempre hemos querido. El estrés laboral, las metas que aún no hemos alcanzado, las relaciones amorosas inestables y un sinfín de tareas, complican nuestra vida, llenándola de sentimientos de inseguridad. Nos hacemos propensos a navegar a través de la vida con preguntas básicas como quiénes somos, hacia dónde nos dirigimos o cómo podemos lograr el éxito porque creemos que éste último es el ingrediente indispensable para tener una vida adecuada.
¿Qué pasaría si existiera una clave para hacer la vida menos difícil? ¿si encontráramos el ingrediente secreto para simplificar nuestras tareas y hacer que todo fluyera de una manera más adecuada?
Según la teoría de la navaja de Ockham, la explicación más sencilla suele ser la correcta, y si aplicáramos este postulado a nuestra vida cotidiana, nos daríamos cuenta que no hacen falta grandes secretos y trucos para llevar una vida más sencilla, sino basta con poner atención en los detalles y en la gente con la que nos relacionamos.
Te presentamos 15 trucos para hacer tu vida cotidiana más sencilla.
1.- Contacto visual para obtener respuestas
Si estás platicando con alguien y le preguntas algo que necesitas saber pero no te lo quiere decir, probablemente sólo te responda a medias. Sólo debes esperar en silencio y mantener el contacto visual para que, instintivamente, continúe hablando.
2.- Tareas graduales
Las personas están más dispuestas a hacer lo que les digas si primero les das una tarea sencilla primero. Este truco es muy usado en compañías de trabajo para hacer a sus empleados más eficientes. Según el psicólogo Stanley Milgram, si le pides a un individuo realizar tareas triviales e inofensivas al principio, después no podrá negarse a llevar a cabo otras más complejas.
3.- Pide favores
Conocido como el efecto Benjamin Franklin, este hallazgo psicológico se basa en la reciprocidad de los favores. La historia cuenta que Franklin tenía un rival político que siempre criticaba sus discursos, pero para cambiar las cosas le envió una carta en la que le pedía un libro prestado. Su rival se sintió halagado y se lo envió gustoso, después Franklin lo devolvió con una nota de agradecimiento e hicieron una gran amistad. De este modo, la psicología nos dice que solemos querer más a las personas cuando les hacemos un favor que cuando ellos nos hacen uno.
4.- Intenta recordar el nombre de los demás
Que te llamen por tu nombre ayuda a sentirte especial e importante, y es de conocimiento universal que a todos nos gusta que nos llamen por nuestro nombre. Si conoces a alguien, pregúntale su nombre para iniciar la conversación, y si lo vuelves a encontrar, dirígete por su nombre. La persona se sentirá adulada porque lo sabes y podrán forjar un buen vínculo.
5.- En una conversación, haz preguntas con respuestas abiertas
En una conversación cara a cara es importante hacer preguntas para que la charla fluya mejor y la otra persona sienta que tienes interés en lo que está diciendo. Intenta hacer preguntas abiertas, que no se contesten con un simple sí o no.
6.- Contradecir en positivo
Cuando quieras contradecir el argumento de otra persona, es mejor si empiezas tu punto de vista con las palabras “Sí, y…”. Verás cómo tu opinión es más aceptada.
7.- Una manera más sencilla de despertar
Si tienes problemas para levantarte y las alarmas no son suficientes para lograrlo, sólo grita ¡Sí!, esto realmente funciona, así que la próxima vez que intentes despertar, cierra las manos en forma de puño y grita con emoción estas palabras. Eso bastará para que despiertes.
8.- Fíjate en los pies de las personas
Cuando estés hablando con un compañero de trabajo o un amigo fíjate en sus pies. Según el investigador de lenguaje corporal Carol Kinsey Goman, si apuntan directo hacia ti, quiere decir que le interesa lo que dices y le agrada hablar contigo, si no, aunque su torso esté apuntando a ti, puedes asegurar todo lo contrario. De la misma manera, si quieres unirte a una conversación pero las personas voltean su torso y no sus pies, ellos no quieren que te unas.
9.- Espejos para controlar el enojo
Si eres de esas personas que todo el tiempo lidia con gente enojada, puedes utilizar espejos para controlar su ira. En muchos trabajos funciona muy bien colocar un espejo frente a los clientes puesto que éste disminuye las posibilidades de que actúe irracionalmente, dado que se verá reflejado en el espejo y a nadie le gusta verse pareciendo grosero o irracional.
10.- Entrevistas de trabajo con más confianza
Si te dices a ti mismo cosas como, “conozco a estas personas hace años” o “sólo somos viejos amigos que queremos vernos” aunque nunca hayas visto a tu entrevistador, tu ansiedad disminuirá. Además, si piensas en ese momento con algún contacto visual como un estrechón de manos, el mensaje quedará registrado en el inconsciente y te ayudará a sentirte menos nervioso gracias al poder de la sugestión.
11.- Ríete en grupo para saber quién es más cercano a quién
Cuando un grupo de personas se ríe, cada uno hace contacto visual con quien se siente más cercano, por lo que es un buen truco para saber quiénes son los mejores amigos, quién te considera el suyo o quién coquetea con quién.
12.-Siéntete seguro en cada plática
Decirle a tu cerebro que estás listo para conocer a alguien te pone en una posición de ventaja y aumenta la oportunidad de que las personas muestren interés en ti. En la mayoría de las interacciones sociales nos es difícil sentirnos cómodos con extraños porque nuestro cerebro trata de protegernos de ser expuestos, pero si le dices al cerebro que tú sí estás listo, tendrás ventaja sobre el resto.
13.- Enfócate en las emociones
Aunque sea el tema más aburrido del mundo, si te enfocas en las emociones lograrás acercarte más a tu público.
14.- La limpieza y organización afectan tu estado de ánimo y tu productividad
Toma unos minutos al día para organizar tu lugar de trabajo y poner todo en su lugar. Te sentirás mucho mejor, con más energía, frescura y sin bloqueos mentales. Es por esto que las grandes compañías se esfuerzan tanto en crear el mejor ambiente laboral para sus empleados, porque en esto se basa la productividad de los individuos. Lo anterior según científicos de la Universidad de Princeton, quienes encontraron las diferencias entre las personas que trabajan en un ambiente organizado y desorganizado.
15.- Decirte cosas hermosas para remediar la tristeza
Está comprobado que si te sientes triste o estás pasando por un mal momento en tu vida, hablar contigo mismo podría hacer un gran cambio en tu personalidad. Puedes decirte cosas como ¡soy genial! O cualquier otro pensamiento positivo y verás cómo poco a poco tu cerebro comenzará a creerlo y te sentirás mejor.