Cosas cotidianas que alguna vez fueron símbolo de poder y riqueza

Olvídate de los cetros, las coronas o los lingotes de oro: hay objetos que en su momento eran verdaderos símbolos de poder o de riqueza (tanto como los anteriores) y que ahora son poco más que cosas de andar por casa

Cosas cotidianas que alguna vez fueron símbolo de poder y riqueza

Autor: Carlos Montes

piñas

Olvídate de los cetros, las coronas o los lingotes de oro: hay objetos que en su momento eran verdaderos símbolos de poder o de riqueza (tanto como los anteriores) y que ahora son poco más que cosas de andar por casa. Hoy las puedes tomar de tu baño, tu cocina o tu habitación y, con ellas, podrías haber ufanado hace cientos de años de tener mucho dinero o un estupendo título nobiliario. Este viaje en el tiempo está patrocinado por las piñas, los tulipanes y las pelucas de los poderosos de antaño.

Senet

Juegos de mesa

Por apenas unas cuantas lucas te puedes comprar una caja o unas cartas que te ofrecen horas y horas de diversión, pero los primeros juegos de mesa estaban reservados para las élites, que gustaban de competir entre sí. De hecho, se han encontrado piezas bastante bellas que poco tienen que ver con las fichas de plástico de la actualidad.

Zapatos infantiles

Zapatos a juego

Si eres una persona poderosa, qué mejor que vestir a tus hijos de manera acorde. Eso es lo que hacían los más pudientes en la antigua Roma. Unas excavaciones en Inglaterra encontraron unos zapatos que parecían la miniatura de las botas de los soldados que allí estuvieron: clavos en la planta, cuero del bueno… Sí, nos quedaba claro de quiénes eran hijos.

Zapatos de punta retorcida

Zapatos de punta

Si ahora su presencia en los escaparates depende de las modas, al final de la Edad Media fueron un ‘must’ si querías vanagloriarte de la clase social a la que pertenecías. Hablamos de los zapatos de punta. Eduardo III de Inglaterra llegó incluso a clasificarlos según la medidas de su largo para representar a los distintos estratos sociales (plebeyo, caballero o noble).

Barba postiza

Barba postiza

Mucho antes de que se popularizaran para carnavales, en el antiguo Egipto las barbas eran un símbolo de poder. Solo estaban permitidas para los faraones y las representaciones de los dioses. Los primeros tenían el pelo más recortado y los segundos esa singular perilla alargada que tantas veces hemos visto en los libros de Historia.

Peluca

Pelucas

Y del pelo de la barbilla pasamos al de la coronilla. Las pelucas han sido un símbolo aristocrático en diferentes culturas, entre las que destacó la corte de Versalles durante el siglo XVIII: la aristocracia llevaba largas melenas que les podían llegar perfectamente hasta la cintura. Y no podemos olvidar el aura de sabiduría que daban estos postizos a abogados y magistrados en la Inglaterra de años después. Ahora, sin embargo, más que poder representan problemas de calvicie (o ganas de pasarlo bien en una fiesta de disfraces).

Dientes negros

Tintes para los dientes

No dejamos Inglaterra. En la época victoriana existía la costumbre de ennegrecerse los dientes. Al sonreír y mostrar tanta oscuridad, demostrabas que tenías el dinero para comprar la sustancia. Esto ya lo hacían los mayas para parecer más violentos y las japonesas hasta el siglo XIX.

Cuellos y puños blancos

Cuellos y puños blancos

En los siglos XVI y XVII, llevar estos simpáticos complementos del vestuario te ponían por encima de las personas que no se duchaban, algo muy habitual por aquel entonces: gracias a su impoluta blancura, eras superior a todos aquellos que eran un poco ordinarios por exigencias del guión. Ahora eso de los cuellos y los puños blancos asoma en infinidad de trajes en cualquier oficina.

Tulipanes

Bulbos de tulipanes

En el siglo XVII, los tulipanes llegaron a Holanda procedentes de la actual Turquía. Primero engalanaron los jardines del emperador Maximiliano. Cuando los nobles los vieron, quisieron tenerlos ellos también. Al final, se convirtieron en un signo de riqueza. Sin embargo, como los compraban antes de que florecieran, se terminó formando un mercado especulativo que ocasionó la primera burbuja de la Historia. Nunca una flor había causado tamaña crisis.

Piñas

Piñas

Allá por la Inglaterra del siglo XVIII, los banquetes de las familias más ricas tenían todo tipo de manjares, entre los que destacaban las piñas, que habían llegado a la isla unos años antes desde las zonas tropicales. Al principio nadie les hizo mucho caso, pero con el paso del tiempo era habitual ver a alguien pasear por la calle con tan exótico manjar como símbolo de estátus.

Radiografía

Rayos X

Y terminamos con algo más reciente, de comienzos del siglo XX. Los rayos X empezaban a triunfar en el mundo de la salud, pero hubo quienes creyeron que también podían servir para presumir de la belleza de sus huesos. Por eso, aquellos que se lo podían permitir tenían una explícita radiografía que dejaba clara la salud del individuo y de sus cuentas.

Vía: http://www.cookingideas.es


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