El 2013 fue el fin definitivo de la conocida serie Breaking Bad, que aún muchos siguen, y otros fanáticos desearían haber visto más. En especial del gran y único Walter White, interpretado por Bryan Cranston, quien pasó de ser un brillante químico, a un profesor de colegio, y luego dedicarse a la metanfetamina.
Una de las grandes interrogantes que siempre quedaron en la mente de los fanáticos, era por qué Walter White no había sido parte de Gray Matter, cuando abandonó a su amigo y co-fundador Elliott Schwartz.
(En caso de que no hayas visto la serie, sigue leyendo bajo tu propio riesgo).
La historia corta es así: un día White le vende su parte de la compañía a Elliott y abandona a Gray Matter y a su novia Gretchen, ayudante del laboratorio. Gretchen y Elliott se casan y la compañía se vuelve una mina de oro. Lo que despertaba la ira de Walter.
Pues su creador Vince Gilligan, confesó en una entrevista a The Huffington Post, que había una respuesta a ello.
“Pienso que fue un tipo de situación en la que no se daba cuenta de que la chica con la que estaba a punto de casarse era enormemente rica, y venía de una familia muy importante, esto le pudo haber bloqueado la mente y lo hizo sentir inferior, por lo que tuvo una sobre reacción”.
Esta versión de Gilligan concuerda con lo que alguna vez supuso la actriz Jessica Hecht, quien también pensaba que el sentimiento de inferioridad de White fue el que lo impulsó a dejarlo todo. Lo que evoca el resentimiento de una escena de ambos en la segunda temporada.
“Termina con Walter tratando de muy mala manera a Gretchen y diciéndole «púdrete», lo que provocó que ella se fuera a punto de estallar en llanto. En mi opinión, lo interesante es que la mayoría de los fans de la serie asumieron que Gretchen y Elliott son los malos, que engañaron a Walt y que le provocaron su enfermedad. Pero yo nunca lo vi así”, declaró.