Es verdad que se ven muy bonitas, son perfectas para una ocasión especial y transforman nuestras manos… Sin embargo, también pueden ocasionar muchos problemas o enfermedades que es mejor evitar.
Las uñas acrílicas que quieres usar quizás sean sinónimo de pagar un alto precio por tu salud. En este artículo te contamos cuáles son los posibles peligros de llevar uñas esculpidas o artificiales.
Léelo antes de decidir si quieres lucirlas o no.
¿Por qué son tan populares las uñas acrílicas?
Cada vez es más frecuente ver a mujeres de todas las edades llevar uñas artificiales o extensiones.
Al estar fabricadas con plástico o algún elemento similar dan una sensación de “perfección”. Así como la que se ve en las revistas de moda y en las celebridades del espectáculo.
Es fácil comprender cuáles son las razones por las cuales el sexo femenino prefiere utilizar estas uñas a lucir las propias: arreglar las imperfecciones y tener una apariencia ideal.
También se eligen para poder pintarse o agregar diseños que quizás con las uñas naturales no pueden si están demasiado cortas o de forma irregular.
Si las uñas se suelen romper, nos las comemos por costumbre o trabajamos en un ámbito donde la presencia es muy importante, es habitual pensar en llevar uñas acrílicas.
Lo mismo sucede para una boda, una fiesta o un evento especial de nuestra vida.
Cuidado con las uñas artificiales
Podemos pensar que se trata de algo inofensivo, pero tanto su colocación como su uso pueden provocar diferentes problemas. Comencemos por lo que sucede cuando vamos al salón de belleza o al centro de estética para que nos coloquen las uñas acrílicas:
- Los componentes químicos empleados (resinas o formaldehídos, entre otros), pueden provocar inflamación, separación de la uña verdadera con la piel, ardor, dolor y alergias.
Incluso hay casos de mujeres que han perdido completamente sus uñas naturales y destruido la matriz (si esto sucede no vuelven a crecer las uñas).
- Si el establecimiento donde te colocan las uñas no está bien ventilado es probable que inhales gases tóxicos o irritantes.
A su vez algunos salones no profesionales utilizan una sustancia llamada metacrilato de metilo para pegar las uñas. Este compuesto causa daños graves a los pulmones al inhalarlo y a los dedos por el contacto directo.
- Un error muy habitual para secar las uñas más rápido es colocar las manos frente a un secador de cabello. El problema reside en que en la colocación se emplean unas sustancias que pueden ser inflamables al contacto con el calor.
- En muchas ocasiones los centros de estética no esterilizan ni limpian los instrumentos y materiales empleados una vez que terminan de aplicar las uñas.
Es decir, que la siguiente cliente se puede contagiar de cualquier enfermedad (por ejemplo, hongos) que tenía la anterior. Lleva tu propia lima de uñas, ya que este elemento no se puede esterilizar debido a su composición.
- Atención también a las esteticistas que no usan guantes de látex o plásticos. Si tenemos algún corte o herida en las manos será el lugar “ideal” para todo tipo de enfermedades de diverso calibre que se contagian por contacto.
No debes permitir que las cutículas sean recortadas o empujadas para atrás. No olvides que son una barrera natural para evitar el paso de infecciones y microorganismos dañinos.
- Antes de comenzar la aplicación es necesario que tus dedos estén limpios y sobre todo bien secos. Así no hay rastro de humedad en las uñas y se evita la proliferación de hongos una vez colocada la uña acrílica.
Más problemas causados por las uñas acrílicas
Las consecuencias de la aplicación de uñas artificiales no terminan cuando salimos del salón de belleza (aunque se trate de un establecimiento de buena reputación y con personal cualificado).
Entre los efectos adversos más comunes encontramos:
- Como las uñas de acrílico son totalmente rígidas podemos padecer de oncolosis ante cualquier golpe, por leve que sea. Esto quiere decir que se desprenderá la uña de plástico y, al mismo tiempo, arrancará la nuestra.
Sin dudas es muy doloroso y tarda mucho tiempo en volver a crecer.
- El riesgo de infección es mucho mayor que con las uñas naturales. Si queda algo de espacio entre estas y las acrílicas podrían acumularse bacterias y todo tipo de microorganismos que provocan enfermedades.
- Las reacciones alérgicas están a la orden del día cuando nos ponemos estas uñas. Todo es debido a los ingredientes plásticos y tóxicos que llevan en su composición. Como consecuencia, dedos enrojecidos, hinchados y con mucho picor.
- En el caso de que nos lastimemos un dedo y la uña acrílica resulte dañada, será más propensa a acumular suciedad, virus o bacterias. Cuando esto sucede es necesario retirar el producto y volver a colocar uno nuevo lo antes posible.
Llevar uñas acrílicas es una decisión que no debe tomarse a la ligera.
Si a pesar de todo lo indicado en este artículo quieres llevar uñas plásticas, procura hacerlas en centros especializados con profesional cualificado y ambiente bien ventilado, llevar tu propia lima y analizar cualquier cambio, dolencia o síntoma en tus uñas y dedos.
Si es necesario, quita la uña que está provocando el problema hasta que se calme la dolencia y, en lo posible, deja que tus uñas “descansen” de vez en cuando de tener ese acrílico pegado.
Fuente: Mejorconsalud