Un nuevo estudio, dirigido por Hengyi Rao, profesor de la Universidad de Pensilvania, advierte que el no dormir las horas suficientes, provoca un cambio en la actividad cerebral y esto nos lleva a consumir más grasas. El área del cerebro responsable de esto es la red de asignación de relevancia, que es la encargada de guiarnos en los procesos de toma de decisiones.
Según los autores y el artículo publicado en la revista Scientific Reports, se demuestra una relación entre una determinada área del cerebro, la falta de sueño y el aumento del apetito.
Científicos trabajaron con 46 individuos sanos de entre 21 y 50 años. Ninguno fumaba, ni sufría trastornos de sueño y todos dormían entre 6 horas y media y ocho horas y media todas las noches. Los sujetos del estudio pasaron cinco días seguidos en el laboratorio del sueño de Rao.
Durante el segundo día, se permitió a los participantes moverse, ver la tele, leer, jugar a videojuegos y comer lo que quisieran. Los participantes del grupo que no había dormido consumieron 950 calorías extra durante la noche que habían pasado en vela. El consumo de calorías al día siguiente fue parecido al del grupo que había descansado de forma normal. Sin embargo, el tipo de nutrientes que escogieron unos y otros fue radicalmente distinto. Las personas que no habían dormido, además de registrar una actividad mucho mayor en la red de asignación de relevancia, consumieron muchas más grasas y muchos menos carbohidratos que los que sí habían descansado.
Las personas con turnos de noche, como los militares, los transportistas, los bomberos o el personal médico, deben tener cuidado con sus dietas, pues estas pueden verse alteradas debido a los cambios cerebrales que provoca la falta de sueño.