La deportista de 25 años tenía un trastorno genético raro que, potenciado por la ingesta a la que se sometió, le causó muerte cerebral.
El pasado 19 de junio, Hefford fue hallada inconsciente en su apartamento. Tras ser trasladada a un hospital local, la joven deportista falleció inesperadamente, sin que al momento se pudiesen explicar las causas. Sólo luego pudieron determinar los médicos que la joven sufría de una rara enfermedad que, al ser potenciada por una dieta rica en proteínas, le provocó la repentina muerte cerebral a la australiana.
Meegan Hefford, de 25 años de edad y madre de dos hijos, quería ponerse en forma para una competencia de culturismo en septiembre. Para ello, empezó a consumir productos ricos en proteínas, como carne magra y claras de huevo, y a ingenir además batidos proteínicos.
Meegan no llegó nunca a enterarse de que padecía de una rara disfunción, conocida como trastorno del ciclo de la úrea, por lo que la alta ingesta de proteínas le causó una acumulación de amoníaco en su sangre y de líquido en su cerebro. Fue esa extraña condición genética, que sin embargo afecta a una de cada 8.000 personas, lo que determinó su muerte cerebral, según lograron precisar posteriormente los médicos.
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