Khalil Rafati sirve de inspiración para cientos de personas. Pasó de adicto a la heroína a millonario. La historia de superación se viralizó en las redes.
La historia del dueño de «SunLife Organics» es una historia de superación que inspira a cientos de personas. Se trata de la historia del fundador de una empresa de batidos que genera millones de dólares desde Los Ángeles (EE.UU).
Con 46 años, el hombre escribió un libro titulado «I forgot to die» (Se me olvidó morir), en donde cuenta su historia.
En la década de los 90 se instaló en Los Ángeles para llevar un negocio de venta de autos. En esa ciudad, sin embargo, cambió de rubro y comenzó a vender drogas, con el tiempo esto le llevó a probar la heroína y se volvió adicto. En 2001 estuvo a punto de morir por sobredosis. Terminó pasando dos años en la cárcel y, luego, acabó viviendo en la calle.
«Había llegado al fondo de los fondos», comenta. «No tenía más que hacer. Estaba acabado», recordó.
Sin embargo, optó por mantenerse sobrio y fundó Riviera, un centro de transición para drogadictos y alcohólicos. Fue ahí que un amigo lo introdujo en el mundo de los «jugos y superalimentos».
«Los hacía para fortalecer a los pacientes», explicó a The New York Times. «Así les daba un poco de fuerza que tanto necesitaban», reveló.
Pero las bebidas eran tan ricas, que no sólo iban adictos. «Así que mucha gente iba al centro de recuperación solo para disfrutar de uno de mis batidos», reveló. «Incluso llegó a ser un poco embarazoso, ya que muchas de esas personas no eran parte del programa», confesó.
Ante la situación, decidió abrir bar de jugos que ahora se ha convertido en una popular cadena en seis lugares diferentes en Los Ángeles. Allí contrata a personas que tienen las mismas dificultades que tuvo él e intenta ayudarlas a salir adelante.