Yiru Sun es la protagonista de esta historia. Ella es una joven que vive en Nueva York y trabaja como vicepresidenta de una importante compañía de seguros. Es una mujer independiente que hace unos días se iba a casar. Los preparativos estaban listos, y el 7 de mayo debía dar el «sí» frente a todos sus invitados.
Pero hace unos 2 meses, Yiru decidió cambiar todo. Después de tener diferencias con su prometido por su acuerdo prenupcial, decidieron cancelar la boda. Dejó a su novio justo antes de casarse, pero no quería perder todo lo que ya tenía listo para la celebración.
Pensaba que no valía cancelar todo. La reserva del Harold Pratt House¡, un lujoso hotel de Nueva York, le había costado 8.000 dólares. Así que decidió aprovechar todo esto y usar el festejo para otro propósito: y fue la mejor idea.
Su boda calzaba con el día de la madre, por lo que recibió en su «recepción» a 60 madres solteras que tenían problemas económicos, y también a sus hijos. Los contactó a través del Ejército de Salvación y un hogar llamado Inwood, y de acá llegaron sus invitados especiales.
Yiru se convirtió en la anfitriona de una emotiva celebración, en la que 60 madres y 60 niños la acompañaron, junto a su hija de 6 años.
«Ese día yo iba a sentirme como una princesa en la boda, pero ahora estos niños pueden sentirse como princesas y príncipes hoy, y eso me hace sentir feliz», comentó a la prensa. Ahí comieron, bailaron, jugaron y se conocieron, creando una nueva y única experiencia.
¡Ella invitó a sólo desconocidos! Y aún así, sin boda y alejándose del plan original, pasó un día único en su vida. ¡Es un ejemplo!