En una etrevista telefónica a RT Alejandro Caos de Benós, quien trabaja hace 25 años para el gobierno de Corea del norte como «delegado especial», comentó sobre la peligrosa situación de tensión existente en la relaciones entre Estados Unidos y Corea del Norte. Entre los temas a los que se refirió se encuentran el arsenal nuclear norcoreano y su posible alcance, además de esclarecer cuánto hay de cierto en las últimas declaraciones relacionadas a un próximo evento bélico.
Aquí la entrevista:
RT: Una de las primeras medidas de la administración Trump con respecto a Corea del Norte fue aplicar sanciones a 11 individuos y a una empresa norcoreana por estar implicados en la financiación del programa nuclear de Pyongyang. ¿Cual es su opinión sobre esas sanciones? ¿Y cuál es la fuente de financiación del programa Nuclear?
A.C.: Lógicamente, yo no me encargo de la defensa del país, pero estoy seguro de que cuando nuestro gobierno hace algo o muestra algo -como en el caso de la última prueba nuclear– los sismógrafos y los expertos estadounidenses saben leer perfectamente qué tipo de detonaciones se han llevado a cabo. Corea, normalmente, cuando muestra algo es porque lo tiene. No es como los Estados Unidos, que están amenazando con un portaviones que resulta que va en dirección contraria: el Carl Vinson, cuando Trump informó al mundo de que se dirigía hacia la peninsula coreana, resulta que estaba yendo hacia el sur, a hacer maniobras en Australia. Eso demuestra que Trump no tiene ni conocimiento ni control de su propio Ejército.
RT: ¿Cree usted que la administración Trump es más agresiva que sus predecesoras o más proclive a materializar sus amenazas en un ataque real?
A.C.: Contra Corea del Norte no cumplirán ninguna amenaza, gracias precisamente a nuestra capacidad de disuasión nuclear. Ellos saben que no vamos a tolerar ni un sólo misil como los de Siria ni una invasión como Libia. Saben que eso desembocaría una guerra nuclear y no sólo perdería Estados Unidos, sino Corea y todo el mundo. No creo que vayan a atreverse a atacar. El punto más crítico fue realmente durante la administración Bush, donde estuvimos realmente al límite. El propio Bush pasó de amenazar también con un ataque nuclear preventivo contra Corea a adoptar, al final de su mandato, un tono conciliador e incluso respetuoso hacia nuestro líder.
RT: Hace poco, en el periódico oficial del Partido de los Trabajadores se podía leer que «En caso de que lancemos un superpoderoso ataque preventivo, este inmediatamente y por completo borrará no solo las fuerzas de invasión de los imperialistas de EE.UU. en Corea del Sur y en zonas aledañas, sino que también reducirá el territorio continental estadounidense a cenizas». Si Corea del Norte «golpeara primero» con un ataque preventivo…¿Que consecuencias tendría? ¿En qué escenario mundial nos pondría esto?
A.C.: Corea nunca va a golpear primero. Nunca lo ha hecho. Ni ha invadido o amenazado a otras naciones. Corea solo quiere vivir en paz. En ningún caso vamos a ser los primeros en atacar…
RT: ¿Pero acaso no hay una amenaza explícita de «ataque preventivo» en estas palabras?
A.C.: En ocasiones, en la agencia central de noticias se habla de «ataque preventivo», pero en Corea significa que si los Estados Unidos lanzan un misil, nosotros responderíamos con 100 misiles. Eso es lo que Corea entiende por ataque preventivo; no es lo mismo que entiende EE.UU., que sería un ataque unilateral sin haber recibido un ataque previo. Corea jamás va a atacar primero a ninguna nación del mundo. Pero en caso de ser atacados, aunque fuera con un sólo misil, responderíamos con todo nuestro arsenal. Y hay que tener en cuenta que nuestro programa nuclear lleva 25 años en funcionamiento, cinco pruebas, cuatro satélites, una probada capacidad balística…
RT: Sin embargo, en ocasiones se subestima la capacidad militar de Corea del Norte y se insinúa que su Ejército es un rival muy pequeño para el Ejército de los Estados Unidos, al que se supone el mayor ejército del mundo…
A.C.: Eso responde absoultamente a una distorsión interesada de la realidad. Es una copia, por parte de los medios capitalistas imperialistas, del discurso de Estados Unidos. No nos llamemos a engaño: la mayor parte del mundo es capitalista y casi todos los países le deben pleitesía a los EE.UU. tanto económica, como política, como militarmente, y esta sumisión incluye lógicamente a los medios de comunicación. Si la verdad fuera realmente esa, si el alcance militar de Corea del Norte fuera tan minúsculo como dicen, los Estados Unidos ya la habría ocupado…¿Por qué se iban a molestar con todo esto? ¿No están disparando Tomahawks en Siria a pesar de que Rusia se opone? ¿No han lanzado a ‘la Madre de todas las bombas en Afganistan? ¡Ellos no se cortan! Si ellos ven que el enemigo es pequeño, ellos atacan. Pero seguro que no van a atacar, por ejemplo, a la Federación de Rusia abiertamente.
Toda esta retórica belicista que se está dando entre Washington y Pyongyang a veces parece una puesta en escena en la que cada presidente quiere satisfacer a su propio pueblo y cohesionarlo frente a un enemigo común. ¿Cuanto hay de política interna en esta escalada verbal de la tensión?
A.C.: En el caso de Trump, el 95% es política interna. Está clarisimo que su aceptación ciudadana cae en picado, que es una persona que genera mucho malestar y muchos problemas internos en su país; y todo esto le ha obligado a cambiar de rumbo en su política exterior, que un principio iba a estar en un segundo plano y a ser menos invasiva. Pero en el caso de Corea del Norte, esto no es así: nosotros no necesitamos ganarnos el apoyo de la ciudadanía así. No tenemos terrorismo interno ni grupúsculos que intenten derribar la soberanía del gobierno socialista… En nuestro caso simplemente nos limitamos a mostrar al invasor, en este caso Estados Unidos, que podemos defendernos.
RT: ¿Usted, honestamente, que cree que va ocurrir? ¿Cómo cree que estará esta cuestión dentro de, digamos, un año?
A.C.: En este momento EE.UU. está haciendo maniobras militares conjuntas con Corea del Sur, en las que simulan la invasión de Corea del Norte. Eso lo hacen cada año. Ahora la situación, efectivamente es de alerta, por si acaso se atreven a dar un paso más alla de eso. Pero mi opinión personal, tras 25 años de trabajar para la república y ver las diferentes administraciones americanas y sus reacciones, es que en cuestión de diez días la tensión disminuirá y Trump no se atreverá a nada. Esto es una escalada de tensión al servicio de su política interna y una vez hecho el golpe de efecto al estilo de Hollywood sólo le queda replegarse y continuar el statu quo.
RT: Entiendo que usted no teme por la seguridad de Corea del Norte.
A.C.: No. Temer por la seguridad de Corea del Norte significaría el fin del mundo tal y como lo conocemos. Las bombas termonucleares tienen cien veces la potencia de las bombas que arrasaron Hiroshima o Nagasaki, y bastan 4 de ellas para cambiar este planeta para siempre. Y cualquier ataque a Corea del Norte tendría como respuesta el uso de armas termonucleares.
RT: Sólo una curiosidad final: Cuando usted menciona el socialismo de la república de Corea del Norte suena muy distinto a como los políticos españoles hablan de socialismo. Ya que usted vive en España…¿Qué siente cuando escucha la palabra socialismo para hablar, por ejemplo, del PSOE?
A.C.: La palabra «socialismo» en occidente está totalmente corrupta y por eso en muchas ocasiones tengo que aclararlo, porque en España la gente lo relaciona con el Partido Socialista Obrero Español, que ni es socialista ni es obrero desde hace mucho tiempo. Es un partido que, como sabemos, no sólo ha estado metido en la corrupción al igual que el PP, sino que ha estado haciéndole el juego al capital. No tiene nada de socialista; tal vez lo fue en sus orígenes, pero hoy en día, la absoulta mayoría de partidos están movidos únicamente por sus propios intereses, que son económicos. Están vacíos de ideología.