Un joven, por hacer una payasada, terminó reventando el motor de su auto mientras filmaba un vídeo. En el clip se ve que, mientras el automovilista conducía por una autopista a una velocidad superior a la permitida, lleva el velocímetro a 150.
De pronto, hace una rebaja de sexta a segunda y el resultado es desastroso. Por supuesto, pasó lo que tenía que pasar: reventó el motor.
Según el medio Auto Bild, era vehículo comercial y el conductor, cansado de reclamar a su jefe por el mal estado de la unidad, tomó la drástica decisión.