La adicción al sexo, también se conoce como ‘donjuanismo’ y la persona que lo padece tiende, por norma general, a practicar sexo apremiante. Las conductas se desarrollan de forman repetitiva y con frecuencia tiene una naturaleza compulsiva, estando siempre destinadas a la práctica de sexo. La activación directa general del sistema de recompensa del cerebro produce una retribución tan fuerte que incluso puede llegar a descuidar las ocupaciones profesionales o las tareas domésticas en su vida cotidiana a causa de esta adicción.
E l diagnóstico suele agrupar una serie de síntomas comportamentales y físicos, entre los que se encuentran la abstinencia, la tolerancia y el fuerte deseo de tener sexo. Una vez desarrollado el patrón repetitivo de sexo, el paciente puede emplear una gran cantidad de tiempo en obtener y consumir ese tipo de sexo.
Causas de la adicción
Las causas son muy variadas y tienen aspectos comunes a factores derivados del proceso evolutivo del que la padece, como pueden ser la presencia de una familia problemática y desestructurada, abusos infantiles o fracaso social. En algunos casos, los propios rasgos de personalidad pueden facilitar el desarrollo de este tipo de adicción, que, según las últimas investigaciones, afecta a un 6% de la población.
Síntomas principales de la adicción al sexo
- Tiene que existir un patrón problemático que provoca un deterioro o malestar significativo.
- Tiene que darse una frecuencia alta y muy prolongada en el tiempo, es decir, que ocupe mucho tiempo en su vida diaria.
- Existencia de un deseo persistente o un esfuerzo que haya producido el fracaso de abandonar o controlar la ejecución de sexo.
- Que se invierta mucho tiempo en la búsqueda de sexo y su práctica, así como una ansia o un deseo vigoroso y activo de consumir sexo.
- Coexistir con un consumo repetido y que conlleve un incumplimiento de los deberes fundamentales en su trabajo, escuela u hogar, así como el abandono de actividades sociales, profesionales o de ocio.
- Que provoque problemas sociales o interpersonales persistentes y recurrentes, que son generados por la práctica de sexo.
- Continuar teniendo sexo a pesar de tener conocimientos de que existe un problema psicológico persistente o recurrente, generando una baja autoestima.
- Necesidad imperiosa de tener sexo para conseguir el mismo efecto deseado que provocaba inicialmente.
- Presencia del síndrome de abstinencia provocado por no practicar sexo.
- En muchos casos la conducta sexual se presenta de forma promiscua, yendo acompañada de engaños y mentiras.
Sobre el tratamiento
Una de las técnicas más empleadas en el tratamiento de la adicción al sexo es la terapia cognitivo-conductual, que ha demostrado tener un alto porcentaje de éxito y eficacia de cara a enseñar al paciente a gestionar y controlar la compulsión hacia el sexo, además de facilitarle herramientas para mejorar su calidad de vida y sus relaciones interpersonales.
Por: Vicente Alcántara Aceituno, miembro de Saluspot y psicólogo general sanitario en la Consulta Psicólogo Vicente Alcántara.