Una investigación reciente ha descubierto un agujero negro supermasivo, que sería el más distante que alguna vez se haya observado. La distancia a la que está situado este agujero negro es muy difícil de imaginar: está a más de 13 mil millones de años luz. Sin ir más lejos, la luz que lograron captar de este objeto, fue emitida cuando el universo tenía algo así como un 5% de su edad actual, o sea, unos 690 millones de años después del Big Bang.
Si, a pesar de la distancia, los astrónomos han podido detectar este objeto, es porque es extremadamente brillante. Para empezar, el agujero negro tiene una masa aproximada de 800 millones de soles. Para el momento en que el objeto emitió la luz que ahora llega a la tierra, estaba absorbiendo cantidades enormes de materia en el centro de su galaxia, lo cual por definición lo convierte en un cuásar, uno de los objetos más brillantes del Universo.
Tras el Big Bang, el Universo era como un gran caldo oscuro de partículas con mucha energía, y se expandía y enfriaba a gran velocidad. Algo así como 400 mil años después de la gran explosión, las partículas comenzaron a reunirse en torno a hidrógeno gaseoso. Todo era de una absoluta y total oscuridad, como un mar de petróleo, hasta que la gravedad permitió que el hidrógeno se concentrara hasta que la presión y la temperatura activaron reacciones de fusión nuclear: así nacieron las estrellas y galaxias.
Poco a poco el universo comenzó a hacerse transparente a la luz y los fotones pudieron viajar por el espacio. 690 millones de años después de que esto ocurriera, el agujero supermasivo que acaba de ser descubierto, alcanzaba los 800 millones de soles. Son medidas que cuesta dimensionar en nuestra mente humana.
Con información de ABC