El sexo es, literalmente, la cura de todos los males. Hasta el punto de que cuando sentimos esa necesidad de tener algo de sexo no son tanto nuestras hormonas las que hablan, sino todo nuestro cuerpo que, básicamente, lo que necesita es recargar las pilas. Y para eso un poco de sexo es siempre lo mejor.
La próxima vez que tu chica te diga que no quiere tener sexo porque le duele la cabeza, dile que precisamente el sexo es lo mejor para acabar con las migrañas. Es así porque las endorfinas que se liberan durante el sexo actúan como analgésicos naturales que van directos a nuestro sistema nervioso central, y de este modo el dolor de cabeza desaparece inmediatamente.
Con el sexo se acabaron los problemas de no dormir. No solo porque la actividad física te agotará más, sino porque después de la actividad sexual el cuerpo libera oxitocina, que es un químico que ayuda a que tu cuerpo descanse y se duerma.
Increible pero cierto. Uno de los remedios que no fallan para parar el ataque de hipo es el sexo. En concreto los orgasmos, gracias a los que se realiza una estimulación de la vagina y sus nervios, que ayudan a que se pare ese hipo. Y en el caso de que seas gay no hay problema, pues se consigue el mismo resultado con un masaje digital de tu ano. ¿Ves? El sexo ayuda a todo el mundo.
Según el Instituto Nacional de Cáncer los hombres que tienen más orgasmos reducen sus posibilidades de padecer cáncer de próstata. Y lo mejor es que esos orgasmos también cuentan cuando son sean producto de la masturbación, con lo que ni siquiera hace falta tener pareja para evitar el riesgo de padecer cáncer de próstata. Lo importante es eyacular, porque con cada eyaculación se expulsarán las células cancerígenas que pueden haberse formado en la próstata.
Aunque no hay una confirmación científica de que el sexo consigue que la resaca desaparezca, al menos sí confirma que durante el sexo tu mente se abstrae de cualquier dolor que podrías estar sintiendo en ese momento. El sexo, por tanto, es algo así como una liberación temporal de cualquier molestia que sientes.