Una pareja estadounidense-canadiense y sus tres hijos pequeños fueron rescatados de los talibanes después de soportar cinco años de «violación, tortura y hambre». La familia fue liberada de los terroristas después de un dramático rescate por parte de las tropas en Pakistán.
Funcionarios estadounidenses confirmaron que Caitlan Coleman, de 31 años, su esposo canadiense Joshua Boyle, de 34 años, y sus tres hijos fueron entregados cerca de la frontera afgana. Se lanzó una operación luego de un aviso de los espías estadounidenses de que la familia había sido trasladada a través de la frontera el miércoles.
La pareja fue secuestrada mientras viajaban por Afganistán en 2012 y cayeron en las garras de la red Haqqani, vinculada con los talibanes. Coleman estaba embarazada cuando fue secuestrada y tuvo tres hijos durante su cautiverio. La mujer dijo que sufrió violaciones y tuvo abortos involuntarios mientras estaba retenida.
La operación de rescate se llevó a cabo en las tierras tribales de Kirram e involucró a fuerzas especiales del ejército paquistaní y tropas estadounidenses.
El padre de Boyle, Patrick, quien habló con su hijo liberado, declaró: «Josh dijo que estaba bastante bien, para ser alguien que pasó los últimos 5 años en una prisión subterránea».
Dos funcionarios de EE. UU., que hablaron bajo condición de anonimato, dijeron que el ejército de Estados Unidos estaba listo para sacar a la familia del país, pero el canadiense se negó a abordar el avión. Boyle estuvo casado con la hermana de un exrecluso de Guantamo y al parecer teme el enjuiciamiento en Estados Unidos.
Un funcionario de la Casa Blanca elogió el rescate como un «momento positivo para la relación de nuestro país con Pakistán». Donald Trump dijo: «La cooperación del gobierno paquistaní es una señal de que está honrando los deseos de Estados Unidos de que haga más para brindar seguridad en la región. Esperamos ver este tipo de cooperación y trabajo en equipo para ayudar a asegurar la liberación de los rehenes restantes y en nuestras futuras operaciones conjuntas contra el terrorismo».
El jefe de personal de Trump, John Kelly, habló sobre las terribles condiciones a las que la familia fue sometida durante su largo cautiverio: «Vivieron esencialmente en un agujero durante cinco años».
Las imágenes en video de la familia aparecieron por última vez en diciembre de 2016, cuando hicieron un llamamiento a sus gobiernos para que escucharan las demandas de Haqqani de intercambio de prisioneros. Hasta el ahora no hay ninguna información de que la familia hubiera salido de Pakistán. Los padres de Boyle dijeron que según su hijo se verían en un par de días.
Luego de esta terrible e impensablemente traumática experiencia, a esta familia solo le queda recorrer el largo camino de la curación.