No se trata de un triste caso de una mujer soltera que no encuentra el amor. La verdad puede ser todo lo contrario, y eso es lo que más llama la atención sobre el caso de Grace Gelder, que hizo una ceremonia simbólica en la que se casó con ella misma.
Incluso besó el espejo al dar el «sí». Frente a 50 invitados que se reunieron para explorar y celebrar el amor en sus diferentes formas.
Grace comenta que en un inicio no se cuestionó su tiempo soltera. En un comienzo aprovechaba el tiempo en actividades que le gustaran, como la meditación o danza. De a poco fue conociéndose más a ella misma y a tener una conexión profunda con quien es, por lo que creció mucho personalmente.
Después la idea de estar en pareja se le hizo poco atractiva, por tener que renunciar a lo que ya tenía. «Yo era consciente de que no quería entrar en una relación con otra persona, eso significaba trabajo duro y rutina. Por ello, decidí rendir homenaje a mi nuevo periodo vital. No hay nada mejor que uno mismo«, explicó Grace.
Finalmente quiso hacer este evento simbólico como una muestra de amor propio. Se compró un vestido y anillos, para los que no escatimó gastos. E invitó a amigos y familiares para reflexionar sobre el amor y el compromiso.
¡Una boda muy particular!