Ya deberíamos saber que todo lo que se publica en redes y medios no siempre es cierto y el caso que traemos esta vez no es una excepción. Hace unas semanas, a través de varios medios, se hizo viral un video en el que supuestamente un joven echaba burundanga a la copa de una chica durante una fiesta presuntamente celebrada en Francia.
https://www.youtube.com/watch?v=PqaiCXa013I#action=share
En la información compartida también se explicaba que, después de añadirle la droga en su bebida, el sujeto la había robado y ella había utilizado el video para denunciarlo ante las autoridades policiales. Las imágenes compartidas generaron una oleada de furia en las redes sociales, donde muchos usuarios incluso lanzaron agresivos comentarios racistas contra el supuesto atacante.
Pero había un gran problema, la mayor parte de la historia compartida era falsa, tal y como sostiene el portal Maldito Bulo. De hecho, los hechos ni siquiera sucedieron en Francia, sino en Brasil.
La propia protagonista del video, kristal.ps en Instagram, ha publicado una imagen en la que señala que la copa ya estaba vacía y que los hechos sucedieron en Escarpas do Lago, municipio de Capitólio, en el Estado de Minas Gerais de Brasil.
https://www.instagram.com/p/BhNk5HwBSOh/
Además, la joven compartió varios stories en los que pone en contexto lo sucedido. «Alguien que conoce al hombre dice que fue una broma y que no colocó nada en el vaso», escribió en una de las publicaciones.
Tras dar las aclaraciones pertinentes, la joven ha aprovechado para concienciar sobre esta situación, que si bien es falsa en este caso, es una realidad en todo el mundo.
«Siempre creemos que esto no nos va a suceder. Pero no es algo exagerado. Porque como mi madre, las madres de muchísima gente han advertido mil veces que hay que tener cuidado con los vasos. Que cada uno tome lo que quiera , pero que sea por voluntad propia».
Además de esto, lo que nos debe quedar claro es que los usuarios no debemos creer la primera información que nos llega a través de internet, y menos linchar a los protagonistas sin conocimiento real de causa. Asimismo, los medios de comunicación deben ser conscientes de su responsabilidad y ser capaces de contrastar las informaciones que les lleguen, por muy virales que estas sean.