«Él es Morgan y es mi mejor amigo y no tiene mucho que está conmigo. Es un bebé. No es mucha la recompensa, traía una pechera. Por favor no te lo quedes», decía el cártel colocado por la pequeña y sus padres en calles de la popular colonia Obrera, en la Ciudad de México.
La recompensa que ofrecía por encontrar a su nuevo amigo era un chocolate.
El perro desapareció el 9 de agosto y gracias a que el mensaje se difundió rápidamente a través de la página de Facebook de la organización Oceanican, dedicada a la protección de los animales, Morgan regresó a su casa.
Otra organización local llamada Protectora de Animales también difundió el caso de la nena y lo puso como un ejemplo de «no mantenerse indiferente».
No se sabe si la recompensa fue entregada.