Disfrazar a tu hijo de Hitler = retirada de patria postestad. Imagen: Paul Tonge.
Mira fijamente a los ojos al crío de la foto. En sus pupilas puede leerse nítidamente“¿por qué tanto odio, papá?”. Puede que seis millones de judíos entren holgadamente en el cenicero de un 600, pero un padre que es capaz de enviar a su churumbel disfrazado de Führer a la fiesta de disfraces de fin de curso no podrá entrar en el reino de los Cielos… ni siquiera como secretario el AMPA del cole.
A continuación, un catálogo de disfraces infantiles altamente inapropiados que nos hacen preguntarnos: ¿acaso las autoridades pertinentes deberían extender un Carnet de Padre antes de ponernos a procrear a tontas y a locas? En caso afirmativo, proponemos un carnet por puntos que se puedan retirar en función de la estulticia del progenitor. Pero mejor, vayamos caso por caso. Hoy, los disfraces:
De condón: 10 puntos menos (Claramente usado a destiempo).
De niño-bomba: Retirada del carnet
De Hannibal Caníbal: 8 puntos menos
De váter: 6 puntos menos, (menuda cagada).
De pollo-alien: 6 puntos menos
De bailarina de carretera: 6 puntos menos
De ambientador de coche: 4 puntos menos
De traficante de metanfetamina alevín: 4 puntos menos
De paquete de Marlboro: 4 puntos menos (¿ Irá la madre de porro?)