Creo mucho que el comportamiento de un perro -y de nuestras mascotas en general- depende del tipo de crianza que le demos. Sin embargo, no podemos olvidar que el instinto es inherente y omitir este factor cuando tenemos especies que históricamente se han usado de forma violenta puede tener consecuencias fatales. Está bien, es muy difícil que te desconozca dentro de tu hogar, pero el uso de bozal en un lugar público puede evitar grandes problemas.
Como pudo haber evitado el brutal y sangriento ataque de dos perros pit bull a un hombre con su pequeño Jack Russel en California.
John Brady, de 52 años, paseaba con su pequeño Jack Russel terrier Josh, de 6, el martes 2 de abril en la isla Santa Catalina cuando éste último fue víctima del vicioso ataque. Brady no dudó y al ver a su compañero en peligro se expuso a sí mismo para salvarle, recibiendo las mordidas en su lugar.
Brady, que se dedica a la pesca, sacó su cuchillo para defenderse y escapar de sus fauces una vez logró poner a su mascota a salvo. Oportunamente, la guardia costera llegó al lugar y sometió a los pit bulls para detener el ataque.
“Atacaron a mi perrito Josh. Casi lo matan, casi me matan a mí”.
John Brady.