El ex diputado PPD, Patricio Hales, fue acusado de graves acosos sexuales por parte de su ex asesora del hogar, una de sus hijastras, una secretaria y una asistente.
En un extenso reportaje de la Revista Sábado se dan a conocer una serie de hechos que tienen involucrado al político en una denuncia por presunto acoso sexual que fue acogida por la fiscalía oriente.
Cabe recordar que Hales fue denunciado por acoso laboral e insinuaciones sexuales en 2016 por la masajista Carolina Cosmelli. Sin embargo, el sumario terminó absolviendo al exdiputado.
En la actual denuncia figuran otros testimonios que describen conductas similares, incluido el de una exempleada y su propia hijastra.
El 19 de enero pasado, Maria Eugenia Soto (38), una nana que trabajó con Patricio Hales y su esposa, María de los Ángeles Swinburn, entre 2003 y 2012, acusó a Hales de presuntos abusos sexuales y amenazas. La denuncia fue hecha por el abogado Juan Pablo Hermosilla, en la Fiscalía Oriente y el fiscal Francisco Lanas tomó la investigación.
El 31 de enero de 2006 Soto tenía 26 años y trabajaba en Santiago cuidando a la madre de la esposa de Hales cuando supo que su propia madre había fallecido. Su hijo de siete años vivía con su madre y Hales le dijo que su hijo podía venir a vivir a Santiago con ellos. Ahí comenzaron los abusos, que no se detuvieron hasta que renunció, en 2012.
“Después de que murió su suegra, don Patricio cenó y luego me dijo que fuéramos a la salita a ver un programa de Aero Perú, un accidente donde murió un primo de él. Yo fui obligada. Estábamos solos, la señora se había ido a Cachagua, estaba asustada (…) él estaba sentado en un sillón, mientras yo estoy acomodando la televisión, dándole la espalda. De repente él se para y me toma de las caderas, me rodeó con sus brazos, y me empuja hacia su cuerpo, cayendo los dos al sillón, yo sobre él, y ahí el empezó a frotarse en mi cuerpo. Sentía su (parte íntima) en mi trasero y él se movía de un lado a otro. Yo le tomé las manos y se las abrí y se las dejé sobre el sillón y arranqué de la pieza” conto Soto en la declaración policial voluntaria que entregó a la PDI sobre un hecho vivido en octubre de 2006.
Por otro lado, Marcela Díaz comenzó a trabajar con Hales en 2003, como secretaria en la oficina distrital que el diputado tenía en Recoleta. Entre diversos episodios de violencia sexual recuerda uno en mayo de 2006.
“Don Patricio me llamó porque quería que viéramos los temas pendientes. Yo me arranqué y me fui a contestar los teléfonos. Él me dijo: “deje los teléfonos ahí, que suenen nomás”. Me dijo venga a sentarse acá y como que me tiró. Me obligó a sentarme en sus piernas. Me sentó encima y empezó con esa cochinada de respirarme fuerte en mi oído. Me apretaba de la guata y le sentía que tenía duro el (genital) porque como que más me trataba de apretar. Yo le decía, don Patricio, por favor déjeme tranquila. Yo tiritaba y el viejo lo único que hacía era respirarme en el oído y tocarme el cuello con la mano y me apretaba, me agarraba el cuello. Trataba de abrazarme y me apretaba. De repente trataba de darme besos en el cuello y yo lo empujaba. Hasta que de repente sentí la puerta y el viejo se paró como loco. Saltó. Fue un alivio”, relató Díaz.
Elisa García-Huidobro, hijastra de Hales, también declaró en su contra en calidad de testigo.“Estábamos en el living de la casa de La Reina, viendo televisión. Todo estaba oscuro y él ahí, con bata. Me toma y se le empieza a agitar la respiración. Me empieza a sobajear y yo sentí que había algo raro. Mi recuerdo es que me paré y me fui. Yo no lo recordaba porque era una niña. Mi terapeuta me dijo que es muy difícil para un niño tener ese tipo de recuerdos, porque no pueden asimilarlo. Yo no sabía lo que era. Tenía 10 años”, afirma García-Huidobro.
Según fuentes de la Fiscalía Oriente, Patricio Hales y su esposa serían llamados a declarar dentro de la primera quincena de diciembre.