La princesa Diana

Los síntomas que sufrió la princesa Diana, y por los que fue tratada con antidepresivos y pastillas para dormir, asustaron al cuerpo médico de la familia real británica, que temieron un «desastre dinástico», según reveló una carta escrita por un especialista que trató a la fallecida mujer.

En la misiva, escrita en 1983 por el doctor Alan McGlashan y revelada este domingo por el Daily Mail, se narra cómo Diana estaba siendo tratada «por un ejército de médicos» que estaban «asustados» por los síntomas que presentaba y fueron «sobrepasados por la posibilidad de un desastre dinástico». El término podría indicar un temor a que el supuesto mal que sufría la mujer sea hereditario, poniendo en riesgo la salud de sus hijos y herederos a la corona.

Según narra McGlashan, Diana, de entonces 21 años y a los pocos meses de convertirse en madre, estaba siendo tratada con «antidepresivos, pastillas para dormir y técnicas de comportamiento», por sus recurrentes sueños sobre gigantescos monstruos marinos.

Además, habría estado sufriendo desórdenes alimenticios, depresión, ansiedad y baja autoestima, problemas que lograba ocultar cuando aparecía en público.

 

Sin embargo, el diagnóstico del especialista era menos pesimista, ya que consideraba que la opinión de sus colegas era demasiado alarmista. Luego de ser convocado por el príncipe Carlos para revisar a la paciente, con quien se reunió en ocho oportunidades, informó: «Llegué a la conclusión que es una chica normal cuyos problemas eran emocionales, no patológicos. Sus médicos la habían tratado como una paciente con una oscura y peligrosa enfermedad«.

Además, la propia Diana, según el testimonio de McGlashan, se quejó de la opinión del cuerpo médico, ya que consideraba que la trataban «como si fuese de porcelana», por lo que ella decidió distanciarse del grupo de especialistas.

Alan McGlashan, el médico que reveló el oscuro diagnóstico de sus colegas

Alan McGlashan, el médico que reveló el oscuro diagnóstico de sus colegas

Pese a que la carta, dirigida a Laurens Van der Post, un mentor de Carlos, parece ser una clara violación a la intimidad de un paciente, el remitente argumentó en la introducción: «Estando tan lejos, podrían estar interesado en lo que ha pasado desde que te fuiste de Londres».

El médico también describió a Diana como «una chica infeliz, enfrentando situaciones en varios frentes que encuentra difíciles de afrontar, pero haciendo un corajudo esfuerzo para lograrlo«. Aunque se manifestaba optimista, indicó que «su único miedo» era que la joven «no comprenda que el análisis es un proceso lento, tenga la expectativa de resultados rápidos y se decepcione».

Vía Infobae