Desde hace una semana un lago del Westgate Park de Melbourne, en Australia, cambió por completo su color: ahora tiene las aguas rosa.
El insólito fenómeno es bastante común en la ciudad australiana, ya que ocurre todos los años cuando el clima se convierte en muy cálido y seco.
Por el aumento de las temperaturas, el agua evapora y aumenta la salinidad del lago, que llega a ser 10 veces más salado que el océano. El resultado es un ambiente en el que sólo puede vivir un alga que, con el aumento de la salinidad, produce los pigmentos que le dan al agua el color rosado.
El fenómeno -tal como escribió el New York Times– ocurre también en otras partes del mundo, como por ejemplo en las salinas de Torrevieja, en el Dusty Rose Lake de Canadá y en el lago Retba de Senegal.
El lago del Westgate Park quedará rosa hasta junio cuando, con la llegada del invierno, sus aguas volverán a su color normal.