Diva Hollands es una joven bailarina que quiso poner en evidencia una cruda realidad para quienes tienen esta profesión. Pero es algo que pocos imaginan, dentro del bello y delicado mundo que la danza implica.
Debido a la frecuencia con la que, desde muy pequeña, Diva tenía que amarrarse el cabello, ha sufrido bastante. Para que no hubiese ningún percance y como muchos ya saben, tanto bailarinas como gimnastas usan apretados moños y coletas que, en el caso de esta joven, la llevaron a sufrir alopecia.
Hollands comenzó a practicar ballet desde que tenía 3 años, hasta poco tiempo atrás, y en todos estos años debió realizarse el apretado peinado. La chica de 22 años describió la mala pasada que estos le jugaron al Daily Mail, para alertar sobre otro de los lados feos del ballet.
Durante su adolescencia, Diva comenzó a perder gran parte de su cabello, lo que no sólo desató inseguridades, sino también burlas de parte de sus compañeros.
En una ocasión, un niño «me dijo que tenía una frente del tamaño de un campo de fútbol». Por anécdotas como esta fue que Diva siempre intentó ocultar su defecto de los otros, para no sentirse vulnerada.
A los 18 años finalmente dejó el ballet para comenzar una carrera como modelo, para lo que debió implantarse cabello y enfrentar su inseguridad a través de una intervención que duró al menos 8 horas. Pero los resultados, para ella, valieron la pena.
La carrera de Hollands como modelo ha despegado, al igual que su confianza propia. Y ha querido mostrar su antes y después por lo mismo, para que otras personas con el mismo problema – da igual los causantes – no teman y no se avergüencen en ponerse implantes o hacer lo que sea necesario.
«Ha cambiado totalmente mi vida (…). Puede haber otras mujeres que estén en la misma situación. Le puede pasar a cualquiera y no hay nada de qué avergonzarse».