La Cenicienta es uno de esos cuentos que ha logrado sobrevivir generación tras generación y que todavía a día de hoy sigue siendo popular entre los niños de todo el mundo.
Sin embargo, la historia popularizada por Disney en 1950 no siempre tuvo un final feliz. Al ser transmitido en su origen de boca en boca, su estructura fue variando y la versión que hoy conocemos dista mucho de la original.
La versión más fiel al relato original sea seguramente la recogida por los hermanos Grim en Alemania en 1812. En esta versión el padre de Cenicienta nunca muere y no habría maltratos por parte de su madrastra. La joven es descrita como «deforme» y como una «atrofiada criada de la cocina».
El hada madrina que ilumina su suerte en la adaptación de Disney tampoco aparece aquí. En su lugar hay un ave que Cenicienta encuentra en el árbol que plantó junto a la tumba de su madre y que le concede tres deseos.
En esta supuesta versión original el baile real dura 3 días. Después de escapar durante los dos primeros para no ser reconocida, al tercero el príncipe ordena poner pegamento en la escalera para que no pueda escapar, pero Cenicienta decide deja pegado su zapato y huir.
Para lograr encajar en el zapato de Cenicienta -al igual que en la versión popular en príncipe recorre las casas buscando a la dueña del mismo- una de las hermanastras se corta el talón y la otra los dedos del pie.
Finalmente el príncipe descubre que se trata de Cenicienta y organizan una gran boda real durante la que el ave mágica les arranca los ojos a ambas hermanastras, condenándolas a vivir ciegas de por vida.