El pastor que maneja serpientes de cascabel para hablar con Dios

Big Cody es un pastor que parece sacado de un comic. Una cicatriz le cruza desde el cuello al mentón: la marca que le dejó la serpiente que casi lo mata.

Cody toca su guitarra eléctrica en una pequeña iglesia al pie de la montaña en Middlesboro, Kentucky. Los feligreses pronto comienzan a entrar en un estado eufórico y cantan y tocan instrumentos mientras comienzan a silbar las serpientes de cascabel dentro de sus cajas de madera con tapa de cristal, ubicadas junto al altar.

Esta pequeña iglesia, llamada El Tabernáculo del Góspel Completo en el Nombre de Jesús, es una de las pocas que aún practican el “manejo de serpientes” en los montes Apalaches. Este ritual se remonta a principios del siglo XX y está marginado por el pentecostalismo y ha sido declarado ilegal por todos los estados menos en Virginia Occidental.

Este joven de 27 años está a punto de convertirse en el pastor oficial de esta iglesia que no tiene dirección desde el 2014. El pastor anterior, Jamie Coots, murió por una mordedura de serpiente mientras oficiaban su misa. En total ha habido 103 casos de muerte por mordeduras en esta extraña versión del culto cristiano.

Las serpiente es un animal que tiene gran simbolismo en la Biblia, y está asociada al mal y a la muerte. Como no se puede distinguir una serpiente venenosa de una no venenosa, es una ruleta rusa: juegan con el azar que significa la muerte para nuestras vidas. Todos vamos a morir pero no sabemos cómo. La manipulación de estas serpientes es considerada por estos creyentes como una conversación con Dios.

Los pastores y feligreses manipulan las serpientes con los ojos enloquecidos, en un transe místico y eufórico. Las serpientes se enroscan en sus brazos y pasan de mano en mano sin morder a nadie. Patólogos han ido a estas iglesias para observar el extraño fenómeno y han quedado impresionados con el comportamiento de las serpientes. Lo normal es que una serpiente intente morder, pero debido a la música atronadora de las guitarras eléctricas y baterías y cantos y bailes, quedan tan confundidas que no saben donde atacar y prácticamente no reaccionan.

¿Habías oído hablar de este extraño culto popular?

Con información de: El confidencial