Conocido como «el sultán Sangriento», estuvo al frente del reinado marroquí durante 32 años, engendrando una sorprendente cantidad de hijos que le valió el récord Guinness. ¿Pudo ser posible?
Lo apodaban «el Sangriento». Sultán de los males y brutal militar, pasó a la historia por las personas. Personas que trajo al mundo y eliminó del mismo. Seres humanos que procreó y asesinó, sosteniendo un número documentado que el récord Guinness proclama: ser el hombre que más hijos tuvo.
Los archivos de la época demuestran que engendró 888 niños. Mientras muchas personas ven su vida completamente diferente al tener un solo niño, Mulay Ismaíl, rey árabe, tuvo, además de este impactante número, el reinado más largo en la historia de Marruecos (1672 a 1727).
Los documentos de la época también aseguran que asesinó a más de 30 mil personas en campo de batalla. Cuando regresaba a su palacio, se dedicaba a procrear con alguna de sus 4 esposas y más de 500 concubinas. Se dice también que Ismaíl era Sharifian -esto es, descendiente directo de Mahoma, fundador del Islam-.
La historia de la excepcional progenie del sultán Ismaíl fue recogida por el diplomático francés Dominique Busnot, quien visitó Marruecos en frecuentes ocasiones durante el mandato de Ismaíl, asegurando en sus memorias que el sultán -de hecho- pudo haber tenido hasta 1,171 hijos. Esta declaración data de 1704, fecha en que Ismaíl tenía 27 años y había regido el país con mano de hierro durante más de tres décadas.
En la actualidad, tal suceso despertó el interés de muchos científicos, que comenzaron a interrogarse la posibilidad de que este fenómeno fuese cierto. ¿Pudo un hombre fecundar de forma tan prolífica a un considerable número de mujeres?
Lo investigó Elisabeth Oberzaucher, antropóloga de la Universidad de Viena, quien no solo cree que es posible, sino que realizó una simulación computarizada para saber con qué frecuencia habría tenido que tener relaciones sexuales el sultán para fecundar a alguna de sus múltiples compañeras; algunos modelos matemáticos tomaron en cuenta la sincronización del periodo menstrual de las mujeres del harem, mientras otros asumieron que no estaban sincronizados.
¿Los resultados? Las simulaciones sugieren que Ismaíl debió tener relaciones sexuales entre 0.83 y 1.43 veces por día, durante 32 años, para ser padre de 1,171 hijos. Pero tal vez lo más increíble —y lo que cambia el foco de atención de la historia— es que, aunque el sultán tuviera un esperma de excelente calidad, no hubiera sido necesario un ejército de mujeres para dar a luz a semejante cantidad de hijos: según Oberzaucher y su equipo, hubiera bastado un harem de entre 65 y 110 mujeres.
La leyenda y la ciencia trazaron con mayor certeza el mito marroquí. Aquel en el que no alcanzan las hojas para formar el árbol genealógico. Aquel que se remonta hasta un sultán sediento de sangre y sexo. El mismo que reinó en aquellas tierras, hace más de tres siglos.
Extraído de Infobae