El verdadero motivo por el que Renée Zellweger desapareció de Hollywood

Su ausencia se ha hecho notar en las alfombras rojas y en la pantalla grande.

Han pasado 20 años desde que Renée Zellweger nos conquistara, y mucho ha cambiado para la actriz. Desde que saltara a la fama con su papel en Jerry Maguire, ha consolidado su lugar como celebridad y su nombre se ha vuelto sinónimo de personajes tan famosos como Bridget Jones.

Pero Zellweger también ha tenido una relación algo complicada con su propia fama. La década del 2010 fue muy importante para la actriz, ya que protagonizó Chicago, catapultó la franquicia de Bridget Jones, ganó un Oscar por Cold Mountain y la nominaron para otros dos. Pero para el fin de la década renunció a todo.

Después de protagonizar My Own Love Song junto a Forest Whitaker, Zellweger salió del ojo público y renunció a la actuación por seis largos años.

En el momento, Zellweger no explicó demasiado su decisión (tampoco es que le debiera nada a nadie), y de hecho su semi-retiro no se anunció tampoco, sino que todo el mundo se dio cuenta mientras se sumaban sus años lejos de Hollywood. Pasó una gran cantidad de su tiempo viajando a lugares como Tailandia y Camboya y de voluntaria en África con grupos de mujeres. Rara vez la vieron en eventos de la industria.

Años después la actriz le contó a Marc Malkin de E! News algunos datos sobre qué pudo estar detrás de su decisión: Ella explicó que sufrió de lo que se conoce como el «síndrome del impostor» y describió que se sentía como «si esta vez sí te iban a descubrir y te iban a despedir».

En un momento que sirve para mostrar lo mejor y lo peor de Hollywood, Zellweger regresó a la palestra sin quererlo después de participar en los Premios Elle Women in Hollywood de 2014. Como lucía muy diferente, fue víctima de una hola de críticas y especulaciones sobre su nueva apariencia, desde comentarios chismosos hasta misóginos. A pesar de que es un tema del que ninguna mujer se debería sentir obligada a hablar en público, Zellweger le hizo conocer a sus fans lo que pasó.

«Me alegra que crean que me veo diferente», le dijo a People poco después de que comenzaran los rumores en Internet. «Vivo una vida diferente, más feliz y plena. Me encanta que quizás eso se vea. Mis amigos dicen que luzco más en paz. Estoy saludable. Durante mucho tiempo no estuve bien. Tenía una agenda que no podía cumplir realmente y no me permitía cuidarme. En vez de hacer una pausa, seguí hasta que me sobrepasó y tomé malas decisiones sobre cómo lidiar con el agotamiento. Estaba consciente del caos y finalmente escogí un camino diferente».

Durante sus años fuera de las cámaras se dedicó a las cosas buenas de la vida, entre ellas su relación con el músico Doyle Bramhall. Parece que esos años fueron de recuperación para ella, porque en 2016 decidió pelear más por el trato que recibió y publicó una poderosa carta sobre la experiencia.

«No es un secreto que el valor de una mujer se ha medido históricamente por su apariencia», escribió. «No que sea asunto de nadie, pero no tomé la decisión de alterar mi cara y operarme los ojos».

Y también agregó,

«No escribo hoy porque me hayan hecho bullying públicamente o porque un crítico haya cuestionado el valor de mi trabajo por su idea de un personaje de ficción que se representó hace 16 años, que él siente que posee y a la que ya no me parezco… Escribo porque, para ser justa conmigo misma, debo hablar de la verdad de mi vida y porque ver la transformación de la inclinación sensacionalista de los tabloides a la especulación de la verdad me perturba profundamente».

Durante esa época, Renee hizo su anticipado regreso a la gran pantalla con la tercera entrega de la franquicia de Bridget Jones. Fue un gran paso en su vida, uno que no tomó a la ligera. Le explicó a American Way que, después de todos esos años, buscó la salida creativa que le proporcionaba la actuación.

«Cuando dejé de hacer películas, fue porque me quitaba más de lo que me daba», dijo. «Fue por la manera en que estaba viviendo mi vida, no creo que se pueda ser bueno en un medio creativo si no eres agradecido con la oportunidad de participar en él. Empecé a extrañarlo y me sentí lista».

Bridget Jones’ Baby parecía el vehículo perfecto para su regreso a la gran pantalla. El papel le sentaba y las audiencias alrededor del mundo aman la serie. Ver una película de Bridget Jones es como reencontrarte con una vieja amiga y los fans de Zellweger agradecieron que ella estuviera ahí otra vez. Lo mismo podía decirse de Zellweger y su papel, regresar a una industria es más fácil cuando lo haces con un papel con el que estás familiarizado.

Trató con cuidado su regreso. Durante la gira de prensa de Bridget Jones’ Baby fue cuidadosa al no hacer ningún pronunciamiento sobre el significado que eso tenía para su carrera y sus planes futuros.

Cuando E! News le preguntó sobre si el rol de Jones significaría que sus fans la verían de nuevo con mayor regularidad, respondió, «Me tomaré mi tiempo y veré qué pasa».

La película se convirtió en la número uno en el Reino Unido y ganó más de 200 millones de dólares en taquilla. No se puede afirmar si Zellweger aprovechó el éxito de la secuela, pero esta semana regresa a la pantalla grande otra vez.

La actriz protagonizará Same Kind Of Different as Me, sobre una poderosa comerciante de arte internacional que se hace amiga de un hombre peligroso para resucitar su matrimonio a punto de fallar. Ha hecho poca prensa para la película, pero poco a poco resucita su página de IMDB.

Recientemente terminó de filmar Best Day of My Life, con Sarah Jessica Parker y Taylor Kinney, y está en la preproducción de Berlin, I Love You, con nombres como Jared Leto, Keira Knightley, Orlando Bloom y Sophie Turner.

Es difícil saber si este será el regreso a la vida ocupada que tenía en su mayor momento de fama, pero es seguro su reingreso a la industria. Quizás los fans no experimenten a la Renee que conocieron durante la década pasada, pero así es Hollywood.

E!