Elija vivir sano…Y también feliz

Quería escribir esta nota absolutamente instrascendente porque me parece absurdo que todos los días pasen por la televisión y por los diarios “las recetas para bajar esos kilos de más” “Los secretos para un vientre plano” y honestamente ya me tienen harta con las fotitos de instragram del antes y el después de gente que […]

Elija vivir sano…Y también feliz

Autor: CVN
CVN

Quería escribir esta nota absolutamente instrascendente porque me parece absurdo que todos los días pasen por la televisión y por los diarios “las recetas para bajar esos kilos de más” “Los secretos para un vientre plano” y honestamente ya me tienen harta con las fotitos de instragram del antes y el después de gente que en dos semanas bajan milagrosamente como siete kilos. Yo no les creo y saben que más, ni me importa. A mí me gusta comer y me carga que al verme en el espejo no me sienta lo suficientemente delgada como quisiera, pero me consuelo pensando que soy de huesitos grandes (?). Aunque de todas maneras prefiero eso a volver a los antiguos hábitos que tenía de adolescente de no comer absolutamente nada y ser inmensamente feliz cada vez que se me asomaba una clavícula o una cadera.

No quiero que le ocurra a más niñas.

Dicen que quererse a uno mismo, es el comienzo de un romance que dura para toda la vida. Pero quererse, del verbo querer, conlleva también una serie de consideraciones simbólicas y prácticas que se logran con arduo trabajo y también con una buena dosis de autocontrol.

También dicen que uno es lo que come.

Pero la verdadera belleza, es la belleza del autocontrol y de una autoestima que se alimente en base a sentirse y verse bien si eso es realmente necesario.

Y en parte, eso es cierto.

Somos parte de una cultura occidental que ha instalado la idea de la delgadez como un arquetipo estético que hay que seguir de todos modos. En base a eso, vemos en los medios de comunicación y en la vida real a personas que ponen rejillas en sus lenguas REJILLAS. ¿Se acuerdan cuando la Helhue Sukni se puso la rejilla? En la tele lo mostraban, ¡como si fuese una gracia! Como si no fuesen esos los extremos absurdos que hay que evitar.

Y eso no es saludable.

Estamos en pleno invierno, pero apostaría uno de mis brazos a que más de alguno de ustedes ha pensado en qué hacer antes del verano con sus kilos de más. También pienso que nadie que sea un gozador de amplio espectro puede tener un vientre tan plano.

A lo que quería llegar con esto, es que con la llegada de la primavera y de los meses que están por venir también comienza una especie de esquizofrenia colectiva que nos empuja a todos al mismo horizonte de delgadez y esfuerzos.

Sería irresponsable, de parte nuestra comprometer nuestro cuerpo a estos bordes irreparables de hábitos inaceptables.

Somos lo único que tenemos, y nuestro cuerpo es esa dimensión material que nos permite hacer aquello que nos propongamos. Ningún extremo es bueno, ni comer en exceso, ni dejar de comer; Ni dejar de vivir porque no cumplimos con alguna de las exigencias que nuestra cultura nos impone: Algunas simplemente no tenemos la cintura y el poto de Kim Kardashian, y me niego rotundamente a ocupar esas horribles fajas reductoras que parecen sacadas de la época isabelina que de seguro a más de una le van a atrofiar un órgano.

Por eso estimado lector, le estamos pidiendo una serie de cosas a considerar.

Que disfrute, el poder y la fuerza de su juventud, una juventud de la cual probablemente no vaya a tomar el peso hasta que se haya marchitado. Usted no está tan gordo, ni tan flaco como cree. Déjese de mirar revistas de belleza que sólo lo harán sentir feo.

Pero por sobre todas las cosas, le pedimos que disfrute a su cuerpo en todas las formas y materias que tenga, úselo, y preocúpese de él de manera razonable.

Si ha sido responsable con él, y cuidadoso entonces está en perfecta condición.

Y ésta invitación está orientada a eso, a que elija vivir saludable pero también feliz.


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