Paul Kenyon de 62 años, viajó con su hija Faye, la madre de Harvey, de su casa en Poynton, Cheshire, a la embajada en Grosvenor Square en Londres tres días antes de su vuelo, pero la Visa no llegó a tiempo.
El abuelo se equivocó y marcó la casilla ‘SÍ’, en lugar de haberla marcado (obviamente) la ‘NO’; por lo que que su error le ha costado aproximadamente 3850 dólares, ya que tuvo que pagar por vuelos extra.
“Había llenado las cinco primeras formas correctamente, pero tardaba un poco. No tenía ni idea de que había cometido un error en el formulario del bebé hasta se le negó la entrada a los Estados Unidos. No podía creer que no pudieran ver que se trataba de un error y que un bebé de tres meses no sería perjudicial para nadie. Mi nieto fue incluso convocado para una entrevista a la Embajada de los Estados Unidos. Realmente no podía creerlo”.
El abuelo del pequeño tampoco podía creer que alguien pudiera admitir de forma consciente que se trataba de un terrorista y continuó explicando lo sucedido:
“Viajé con él y su madre y lo llevé a la entrevista, pero él ni siquiera puede hablar, ya que es tan joven, de hecho ni siquiera lloró. Pensé en llevarlo en un traje naranja, pero creo que no tienen sentido del humor y no podrán ver el lado divertido. Es obvio que nunca estuvo involucrado en genocidio o espionaje, pero ha saboteado bastantes pañales por un buen tiempo, aunque no les dije eso en la Embajada de Estados Unidos”.
Harvey ya no es considerado una amenaza para la seguridad nacional estadounidense, gracias a que todo este asunto ha sido aclarado, por lo que el gobierno le ha otorgado su visa y ahora puede entrar al país americano sin ningún problema.
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