A partir de ahora, el sur de Argentina será conocido en el mundo entero no solo por sus lagos azules y sus paisajes de ensueño, sino también por una resolución que lo coloca a la cabeza de las iniciativas que impulsan la reforestación local. Y no solo eso, sino que lo hace en conmemoración a los nacimientos, como una gran celebración de la vida.
La pérdida de bosques es, para este país del cono sur, un problema ambiental muy importante. Según un informe de la FAO, Argentina perdió en un cuarto de siglo el 22% de sus bosques, y se encuentra noveno entre los diez sitios que menos cuidan sus árboles nativos.
Frente a esta situación, el Concejo Deliberante de la ciudad de San Carlos de Bariloche aprobó por unanimidad una ordenanza a partir de la cual se crea un plan de forestación para plantar un árbol autóctono por cada niño o niña que nazca en la ciudad.
Al respecto, la concejal Cristina Painefil, autora del proyecto, señaló que: “Llegar a las familias con un árbol autóctono, homenajear a un bebé, de forma universal y sin distinción, es una manera que todos nuestros barrios vuelvan a lucir como cuando éramos chicos, con árboles y frutales”.
Si tenemos en cuenta los datos aportados por el Hospital y sanatorios locales, 2500 bebés nacen por año en Bariloche, lo cual significará, por lo menos, 2500 árboles nuevos en la ciudad.
Un proyecto similar fue presentado también en un pueblo de India, con un trasfondo de fuerte desigualdad de género; es decir que no solo en Latinoamérica sino también en otros lugares del mundo la conciencia sobre la necesidad de reforestar está abriéndose camino.
Aunque el impacto de este proyecto recién podrá verse de varios años, es el comienzo de una tarea de conciencia ecológica y cuidado del medio ambiente, llevando a la acción la voluntad de hacer del mundo, un sitio mejor para las próximas generaciones.
Fuente: LaBioGuía