Ellie Jones creció como una chica común y corriente. Tenía amigas, iba a la escuela y era una niña tan feliz como las demás. Sin embargo, un detalle que para muchos podría parecer irrelevante, a ella le dificultó las cosas a tal punto que todo aquello que había conseguido con el tiempo, fue esfumándose rápidamente.
Cuando Ellie tenía 8 años, su mandíbula dejó de desarrollarse correctamente. El resto de su cuerpo y rostro lo hizo normalmente, y por ello una vez que la chica cumplió 12 años, su cara comenzó a presentar problemas funcionales. Ademas, la gente la molestaba y se burlaba de ella por su apariencia física.
Entonces, la familia de la pequeña decidió someterla a una cirugía poco invasiva que le modificaría este desperfecto funcional y, además, corregiría la malformación que se le había ido generando con el tiempo.
La operación, a pesar de no conllevar riesgos, fue dolorosa. Ellie estuvo algunos meses sin poder masticar bien y con dificultades para hablar. Sin embargo, al cabo de medio año, la chica ya se encontraba perfectamente. Su cambio es radical y ella misma sostiene que hoy le ha cambiado la vida.
¿No crees que es una inmensa transformación?
¿Qué opinas al respecto?