La pornografía es una industria cinematográfica muy popular alrededor del mundo. Cuando pensamos en ella la relacionamos con la idea de que es un producto para hombres, que son películas carentes de un buen guión, que son ilógicas y poco reales; incluso hay quienes piensan que son ofensivas, misóginas y violentas.
Dentro de este panorama de la industria del porno que es por tradiccion machista es que aparece Erika Lust mujer sueca y productora de cine para adultos que da un soplo de aire fresco para el mundo del porno y sobre todo para su faceta intelectual. Se le considera una de las ideólogas principales del porno feminista
Tras haber estudiado Ciencias Políticas con especialización en Derechos Humanos y Feminismo en la Universidad de Lund, en Suecia, Erika se mudó en el 2000 a Barcelona y empezó a trabajar en la industria del cine y a estudiar –en cursos nocturnos- sobre aspectos técnicos y artísticos para la realización cinematográfica. Así fue como poco a poco unió sus temas de interés: el feminismo, la sexualidad y el cine, y realizó su primer cinta pornográfica, pero con un pequeño giro: este filme iba a tener el punto de vista de una mujer.
Con directoras, productora y guionista, al mando de su propio estudio, Lust Films, en el que han producido cine porno entre los que destacan películas como Barcelona Sex Project y la más reciente X-Confessions, donde recrea por episodios algunas fantasías sexuales que varias mujeres le han confesado; y cómo escritora libros como Love me like you hate me, Por qué las suecas son un mito erótico y La canción de Nora le han dado mucho prestigio por su forma de abarcar temáticas relacionadas con el BDSM y la cultura erótica de una forma muy personal y empoderada.