Cuando los investigadores llegaron a la casa les abrieron los padres, identificados como David Allen Turpin, de 57 años, y Louise Anna Turpin, de 49. Mientras hablaban con ellos, certificaban que los niños estaban siendo criados en un ambiente «oscuro y maloliente», donde incluso algunos estaban encadenados a las camas.
“Los padres no pudieron dar una explicación lógica de por qué estaban inmovilizados de esa manera”, dice la nota. “Los agentes encontraron dentro de la casa lo que creían que eran 12 niños, pero se quedaron impresionados al descubrir que siete de ellos en realidad eran adultos, con edades entre los 18 y los 29 años. Las víctimas parecían estar sucias y muy desnutridas”.
Las víctimas recibieron inmediata atención médica y comida, tras decir a los agentes que estaban hambrientos. Los servicios de Protección de Menores están asistiendo en la investigación. El menor de los niños tenía 2 años. Todos han sido hospitalizados.
Ninguno de los padres fue detenido anteriormente, pero ahora se enfrentan a nueve cargos de tortura y 10 cargos de poner en peligro a menores. El juez ha dictado una fianza de 9 millones de dólares para cada uno.
El lunes por la tarde se conocían pocos detalles de esta pareja. Según los archivos del condado de Riverside, citados por los medios locales, los Turpin son dueños de una parcela en la que hay un colegio llamado Sandcastle Day School, creado en 2011. De acuerdo a los registros del Departamento de Educación, figura como director del colegio David Turpin. Esos mismos registros revelan que el colegio privado tiene seis alumnos.
En Facebook existe un perfil llamado David-Louise Turpin, una combinación de los nombres de los padres, en el que hay decenas de fotos publicadas entre 2011 y 2016 de la pareja en diversas situaciones, pero casi siempre rodeada de niños. Hay 3 chicos y 10 chicas, una de ellas es un bebé. En una de las series de fotos están posando en lo que parece ser una boda con un imitador de Elvis.
En otra de las series en Disneyland,está toda la familia, menos el bebé. Los niños tienen el pelo cortado estilo tazón, igual que el padre, y las niñas van todas vestidas y peinadas igual.
La emisora local de ABC habló con una vecina que afirmaba haber visto la detención y luego cómo salían todos los niños de la casa. “Iban en pijama porque era muy pronto por la mañana”, decía la mujer, que no quiso ser identificada en cámara. “Estaban muy pálidos, como si nunca les hubiera dado el sol. Vi a algunos de los mayores, la mayoría eran chicas, con una complexión muy pequeña”.
David y Louise Turpin renovaron sus votos de boda con un imitador de Elvis de Las Vegas, quien dijo que no notó nada alarmante sobre la familia en la capilla. El imitador, Kent Ripley, dijo a CBS2: «La familia siguió creciendo, así que pensé en un par de años más que volvería a verlos, y luego escuché las noticias hoy».
Los Turpins habían vivido en su casa en Perris, a unos 70 kilómetros al este de Los Ángeles, durante varios años, después de haber vivido anteriormente en Texas. Se habían declarado en bancarrota dos veces, y la última presentación se produjo en 2011, se informó.
David Turpin había trabajado como ingeniero en Northrop Grumman, una compañía global de tecnología aeroespacial y de defensa, y había trabajado para Lockheed Martin hasta 2010, informó Los Angeles Times.
El abogado Ivan Trahan, quien representó a la pareja en 2011, dijo que David Turpin tenía un ingreso «relativamente alto», pero que tenía problemas para mantenerse a la altura de sus gastos porque tenía tantos hijos.
El abogado le dijo a Los Angeles Times que la pareja se vio como «gente muy agradable» que «habló en alto» de sus hijos.
La casa está en una urbanización de chalets unifamiliares relativamente nueva a las afueras de Perris, en el valle de Temecula, una zona interior de California lindante con el desierto. Una vecina que vive enfrente de la familia citada por Los Angeles Times afirma que le dijeron cuando se mudó que la pareja tenía 12 hijos, pero nunca los vio a todos. La vecina veía de vez en cuando a tres niños entrando en la furgoneta con los padres. Estaban muy pálidos. «Creía que estudiaban en casa. Sabes que hay algo raro, pero no quieres pensar mal de la gente».
Extraido de El País