En 2013, en lo profundo de un bosque del remoto valle del río Tanana, en el centro de Alaska, los arqueólogos desenterraron los restos de un bebé de 6 semanas de edad en un sitio arqueológico del Pleistoceno tardío.
Los pequeños huesos arrojaron grandes sorpresas para los investigadores, quienes anunciaron esta semana que el genoma del niño -el perfil genético completo más antiguo de un humano del Nuevo Mundo-, revela la existencia de un linaje humano que los científicos conocían previamente. Aunque genéticamente distinto de los nativos americanos modernos, el infante ofrece nuevos conocimientos sobre cómo las Américas fueron pobladas por primera vez, informa National Geographic.
Publicado en la revista Nature el 3 de enero, el estudio analizó el ADN del bebé, a quien la comunidad indígena local llamó Xach’itee’aanenh T’eede Gaay («niña del amanecer» en el idioma local de Athabascan). Luego, los investigadores usaron análisis genéticos y modelos demográficos para identificar conexiones entre diferentes grupos de estadounidenses antiguos. Esto les permitió averiguar dónde se identificaron los recién nombrados pobladores de la antigua Beringians con su población, en la línea de tiempo.
El estudio sugiere que un solo grupo fundador de nativos americanos se separó de los asiáticos del este hace unos 35.000 años. Este grupo, a su vez, terminó dividiéndose en dos subgrupos distintos 15.000 años más tarde, que consistía en los Antiguos Beringians y lo que eventualmente se convertiría en los ancestros distantes de todos los otros Nativos Americanos. La división pudo haber ocurrido antes o después de que los humanos cruzaran el puente terrestre de Bering hace unos 15.700 años.
Después de llegar al Nuevo Mundo, los antiguos Beringianos probablemente permanecieron al norte, mientras que la otra población se extendió por todo el continente. Eventualmente, los Antiguos Beringianos se fusionaron o fueron reemplazados por los pueblos de Athabascan del interior de Alaska.
El estudio proporciona «la primera evidencia directa de la población originaria de los nativos americanos, que arroja nueva luz sobre cómo estas poblaciones tempranas migraron y se establecieron en toda América del Norte», dijo Ben Potter, arqueólogo de la Universidad de Alaska-Fairbanks que descubrió los restos, en un comunicado de prensa.
Fuente: MF