Un mal que afecta a muchas personas en nuestros tiempos son los problemas relacionados al sueño. El estrés es uno de los grandes factores que está afectando la calidad del sueño de manera masiva en, al menos, las ciudades del mundo. La cantidad de horas laborales que no nos permiten momentos de dispersión, las responsabilidades en el hogar o las extenuantes horas de estudio hacen que dormir sea prácticamente un lujo. Las horas de sueño recomendadas son entre 7 y 9, pero son pocas personas las que duermen el tiempo necesario, en esta vorágine de productividad en la que vivimos. Si no dormimos lo suficiente, nuestra salud comienza a verse afectada: por un lado, nuestra salud mental, pues nos ponemos irritables, no podemos pensar bien, estamos cansados y nos cuesta solucionar los problemas del día a día con poca energía. Nuestra salud física también se ve afectada porque probablemente comencemos a alimentarnos mal, y al estar cansados disminuimos nuestra actividad física.
Si al estrés le sumamos dolores en el cuerpo o el efecto que produce en nosotros el estar casi todo el día mirando pantallas, ya sea del teléfono, el computador o la televisión, es muy probable que nos alejemos cada vez más de las sagradas horas de sueño. Si bien existen remedios naturales (y no naturales) para lograr dormir mejor, hay muchos aspectos a considerar en nuestra conducta. Quizás alguno de tus hábitos cotidianos te está haciendo mal a la hora de acostarte a dormir. Desde la cafeína, la posición corporal, el lugar donde ubicas tu almohada o la temperatura de tu habitación pueden jugar un rol fundamental.
Sea cual sea tu problema, siempre (o casi siempre) hay alguna solución. Estas son algunas soluciones científicas a los problemas más comunes que tienen las personas para conciliar el sueño.
Fuente: Boredpanda