Esta joven descubrió cómo poder vivir sin tener que pagar arriendo

Leonie Müller es una chica que no tiene hogar. Sí, así como lo lees. Pero no porque tenga problemas económicos, o familiares, ni nada. Esta ha sido su decisión en el último tiempo. Un estilo de vida que pocos se atreverían a imitar, pero muchos pueden querer.

En su página web, Tya Travel, ella cuenta que renunció a la idea de tener un «hogar» después de pelearse con el dueño de la casa que alquilaba. La joven alemana sabe que hay personas que no pueden tener ni siquiera la opción de dormir bajo un techo, pero su realidad es diferente.

Fue después de la pelea y quedarse sin lugar para vivir, que tuvo una idea muy diferente. Fue a comprar un pasaje ilimitado para moverse por los trenes de Europa, y comenzar lo que sería literalmente una vida sobre los rieles.

Así ha comenzado un viaje que no se ha detenido. Leonie gasta menos dinero viajando en tren por el viejo continente, que arrendando un solo departamento fijo. Explica que puede ser un estilo que no todos gusten, o que también sea parte de un proceso. Pero también quiere motivar a que las personas deben atreverse a derribar prejuicios y probar nuevas formas de vivir.

Lo único que siempre la acompaña es su mochila. En esta tiene su tablet, los elementos de limpieza, y algo de ropa. Así, estudia mientras viaja en los trenes, donde duerme, come y prepara lo que necesita para la universidad.

Ella relata que «Es como vivir de vacaciones. Leo, escribo, miro por la ventana y conozco gente todo el tiempo: siempre hay algo que hacer en los trenes». De vez en cuando, al no tener un viaje que dure de noche o algún evento, baja del tren y se queda a dormir donde su novio, amigos o anfitriones.

Ya que hay viajes que duran horas, eso le permite dormir sin estar «invadiendo» el tren. Así lleva desde el 1 de mayo del año pasado. Ya cumplió más de un año así. 

Leonie aclara que no es su primera experiencia «nómade» en la vida, ya que antes de entrar a la universidad viajó por el mundo durante 9 meses. Pero ahora combina el estudio con menos comodidades, pero no por eso, menos libertad.

Frecuentemente debe volver a su ciudad, Tübingen, para asistir a alguna clase o presentación, entre otras cosas. Por ahora, este estilo de vida le ha acomodado, y es así como el dinero que podría gastar en alquiler lo usa para vivir. Y su tiempo libre, en conocer nuevos lugares.

A pesar de todo, la chica dice que no siempre fue todo fácil. Lo más difícil fueron los baños públicos y ducharse en ellos, pero es sólo un detalle. Hoy cuenta que tiene una meta mayor: inspirar a que otros se liberen, al cuestionar sus hábitos y lo que se considera como «normal».

«La próxima aventura está a la vuelta de la esquina, si es que la quieres encontrar«.