Janet Horrocks es una madre inglesa de 57 años, quien ya lleva cerca de 40 millones de pesos en diversas cirugías plásticas, todo para parecerse lo más posible a su hija Jane, de 35 años.
Al comienzo, Jane Cunliffe no estaba muy de acuerdo con la decisión de su mamá. La mujer comenzó el 2001 a someterse a tratamientos quirúrgicos, entre los que se encuentran rinoplastías, liftings, inyecciones de botox y un aumento mamario.
Además se propuso (y lo logró) bajar 13 kilos para tener la misma talla que su hija. También se tatuó las cejas y tinturó su cabello igual que Jane. Incluso sus perros son iguales. «Basé mi look en mi hija Jane porque ella es hermosa. Yo le di la vida, y realmente quiero lucir como ella. Solo tuve que jugar un poco con mi cuerpo y mi cara para lucir más joven«.
Desde entonces ha gastado millones y millones para poder parecerse cada vez más a su hija, quien no siempre estuvo de acuerdo con esto. Para Jane también ha sido difícil, y debió marcar límites antes de que su madre comenzara.
«Yo estaba muy preocupada de que, eventualmente, ella luciera más joven que yo, y eso me enojaba porque una hija no debe lucir mayor que su madre. Sentí como si me hubiesen quitado mi juventud y eso no me parecía justo«.
De hecho, el cambio afectó gravemente su autoestima, en especial cuando las confundían por hermanas. Pero de a poco han mejorado su relación y a Jane ya no le afecta como antes.
«Me enoja cuando la gente piensa que somos hermanas y por eso no quería salir a ninguna parte con ella. Yo era joven y mucho más sensible que ahora y lo encontré muy difícil al principio».
Al contrario de su madre, Jane está en contra de la cirugía estética y pretende envejecer de manera natural. Por ahora, mantienen una relación cercana y seguramente Janet seguirá realizándose cirugías.