Hay algo que es muy cierto y es que cuando nos dicen que algo fue “basado en hechos reales” o que es verdad, todo el misterio, nerviosismo, y todo lo que acompañe el posible miedo que nos podría llegar a causar una película, historia o en este caso foto, se aumenta al 300%. Es una cosa infalible, directamente proporcional a “lo real de los hechos”, ¿por qué?, sencillo, porque así sentimos que puede llegar a pasarnos a nosotros, porque ya le ha pasado a alguien más.
Víctima real del fenómeno conocido como “combustión humana espontánea”
Ilse Koch en cautiverio. Dentro de sus atrocidades están las lámparas de piel humana que hacía con sus víctimas.
Quién quiere maíz pira?
WTF!
Esta foto es de una época mucho antes de que existiera Photoshop.
Esta foto fue tomada por una mamá en la asamblea de su hija. La “bailarina” no estaba allí y solo apareció en una foto. Nótese la ausencia de las piernas.
“Memento Mori”, o fotografía post-mortem. Normalmente se hacía con el cadáver recién embalsamado, pero…