El sexo es liberación, comunicación, complicidad, conexión y vida.
La primera vez que sostienes un encuentro sexual es inevitable plantearse un sinfín de expectativas que muchas veces pueden redundar en nerviosismo, inseguridades y descoordinación.
Está institucionalizada la idea errónea de que cada hombre se convierte en una bestia que no descansa hasta llegar a su objetivo: el orgasmo, sin importar nada más. Sin embargo, la realidad es que los hombres mantienen inquietudes tan genuinas como las mujeres.
Según los expertos, estas son las 7 cosas que le importan a los hombres en el sexo y nunca te dirán:
Tu actitud en el sexo
Un ingrediente único para llevar al límite del erotismo a cualquier hombre es la seguridad de ti misma y la decisión que muestras en la cama. Para tu pareja sexual, las imperfecciones en tu piel, la forma de tu cadera o si tu cabello luce peinado y sin esponjarse, son detalles completamente banales. Ningún hombre se detendrá a analizar cada centímetro de tus curvas. Olvídate de tus preocupaciones y concéntrate en lo que de verdad importa: tu actitud y ganas de divertirte.
Que expreses lo que te gusta
La regla dice que durante el sexo, el hombre debe esforzarse el máximo por complacer a su pareja, pero nunca especifica que la responsabilidad es compartida: para que ambos alcancen el clímax, es necesario que tanto ella como él expresen lo que más les gusta y lo que les desagrada durante cada encuentro. Es casi imposible satisfacer a una compañera sexual si no pone de su parte y sobre todo, tiene la errónea idea de que él debe hacer todo el trabajo.
Que tomes el control
Es monótono y aburrido mantener relaciones sexuales con alguien que nunca toma la iniciativa y siempre se comporta pasivamente, respondiendo en vez de tomar un rol protagonista en el sexo. Para cualquier hombre, es prioritario que su pareja aporte su imaginación y tome el control, pues resulta especialmente excitante cuando los roles típicos se invierten.
Tus inhibiciones
Nada más atractivo para un hombre que ver a su pareja sexual desinhibida, entregándose por completo al placer, sin tapujos o limitaciones de ningún tipo. La temperatura de un encuentro puede variar drásticamente, dependiendo de qué tan relajados estén ambos y cuánto pongan de sí. No es lo mismo tener sexo con vergüenza, culpabilidad o que completamente libre y dispuesta a disfrutarlo.
La atención que pones durante el sexo
El principio básico de todo encuentro sexual es el mutuo consentimiento de ambos. Si no tienes ganas de tener sexo, simplemente no lo hagas. Practicarlo sin interés, sólo por compromiso o satisfacción del otro, no sólo es decadente para tu relación de pareja, también para ti y tu voluntad. Ten sexo únicamente cuando así lo desees y préstale toda la atención a cada instante de placer.
Tu creatividad
No existe una sola forma de tener sexo. Puedes limitarte a tener un encuentro casi automático en la posición de misionero, o bien, llevar el erotismo al extremo con juegos previos, besos y caricias que estimulen el cuerpo al máximo para lo que está por venir. La creatividad es crucial en cada aspecto de la vida y el sexo no es ninguna excepción. Prueba nuevas posturas sexuales, aventúrate a cumplir las fantasías de ambos o involucra elementos que mantengan la tensión sexual alta entre ambos.
Tu aseo personal
Un principio básico para mantener una relación satisfactoria: cuando se trata de tener sexo, la higiene corporal es obligatoria. Sin importar el género, el mal olor y otras manifestaciones de la falta de aseo pueden bajar la temperatura incluso de los momentos más excitantes y llevar al traste una noche que parecía perfecta. Se trata de tu salud y de la de tu pareja.