Los que piensan que los animales son solo animales tal vez se lo replanteen después de leer esta historia. En Brisbane, Australia, una madre koala y su bebé estaban cruzando una carretera cuando fueron atropellados. El pequeño no sufrió daños graves pero su madre tuvo que ser operada después de que se lesionara en el cuello, el pulmón y la cara.
La madre, Lizzy, fue llevada al Australia Zoo Wildlife Hospital donde los veterinarios fueron testigos de una imagen que ya ha dado la vuelta al mundo y es que el pequeño Phantom en ningún momento se quiso separar de su madre. Por eso aceptaron operar a Lizzy con su hijo abrazándola.
Desde el hospital están contentos porque Lizzy se recupera de las heridas y el pequeño Phantom que tan solo pesa 420 gramos, también se recupera del sustoaunque aprovechan lo ocurrido para concienciar a las personas que casos como el de Lizzy son muchos. De hecho, en los 11 años que este hospital lleva abierto han atendido casi 60.000 casos. Intenta salvarles la vida después de atropellos o daños ocasionados, la mayoría de las veces, por los humanos, para luego dejarlos otra vez en libertad.
Según los datos que aporta el hospital, al día reciben unas 100 llamadas de emergencia y que más de 30 especies diferentes pueden llegar a sus instalaciones. La mayoría son koalas y gracias a Lizzy y Phantom las personas serán más conscientes del trato que reciben estos animales ya que en la mayoría de los casos los daños son por culpa de accidentes de coche. Cuidan a todos los que entran pero el coste es bastante elevado porque solo para un koala invierten unos 5.000 dólares.
Desde Facebook agradecen que la historia se haya compartido y viralizado y animan a todas aquellas personas que quieran a colaborar con ellos para seguir salvando vidas como la de Lizzy.
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