Muchos habrían pensado que los emoji son inventos de los chats modernos, como Whatsapp o incluso el desaparecido Messenger, sin embargo tienen un origen que se remonta a miles de años atrás.
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A esa conclusión se llegó después de haber descubierto una vasija que fue hallada en una excavación en la ciudad de Carchemish que data del año 1.700 AC, ubicada entre Turquía y Siria.
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El objeto muestra en uno de sus lados una cara feliz, igual a la que encontramos en nuestros aparatos móviles.
“El rostro sonriente está indudablemente allí (no hay otros rastros de pintura en el frasco) y no tiene equivalencias en el antiguo arte cerámico de la zona”, aseguró Nicolo Marchetti de la Universidad de Bologna.
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Sin embargo, esta no es la única sonrisa que reclama ser la más antigua de la historia: hay una carta enviada hace 382 años por un abogado en documento municipal en la que expresaba su satisfacción por los resultados de los archivos enviados.