Katy Perry ha decidido dar un giro de 360 grados a su look; es decir, regresar a sus orígenes y volver a teñir sus cabellos de rubio, su color natural. Eso sí, de todo menos naturalidad se atisba en su nueva imagen, dado que la tonalidad de rubio que ha elegido para comenzar el nuevo año es cercano a la estética ‘choni’ con reflejos anaranjados que tan de moda están entre las celebrities.
Pese a lo que muchos pudiesen pensar, la cantante californiana no nació con el pelo azul, ni morado, ni en cualquier variante del rosa, como así ha lucido en incontables ocasiones en sus apariciones públicas y sus trabajos audiovisuales. Lo cierto es que ahora es rubia de bote, aunque ya era rubia natural. Sin embargo, se ha acostumbrado a teñir el pelo en diversos colores, para descansar de tanta excentricidad tiñendo sus cabellos de negro siempre que se cansaba de tanto brillo.