Llevando un gran recipiente de aluminio, Susheela Kumari se mueve por detrás de una docena de vacas en un cobertizo en el norte de la India, lista para recoger un producto valioso: orina.
La orina destilada de hembras bovinas actualmente se vende tanto como la leche en India, pero conseguirla no es un trabajo fácil. Kumari y otras dos empleadas que trabajan en un tinglado de vacas, en Bulandshahar, a 80 kilómetros al Este de Nueva Delhi, recogen apenas la mitad de los 15 o 20 litros de fluido que producen los animales diariamente.
La orina del cebú indio, que son considerados sagrados por los hindúes, es un commodity caliente. Eso es, en parte, gracias al primer ministro Narendra Modi, quien introdujo programas los pasados dos años para proteger los animales de producción de leche y apoyar la industria derivada de sus desperdicios. Su Gobierno ha invertido 87 millones de dólares en cobertizos para vacas, intensificando las leyes de prohibición de comer carne y promoviendo medidas más estrictas para frenar la venta ilícita de ganado a Bangladesh.
«Alrededor de 30 remedios pueden prepararse en casa con orina de vaca», dijo Sunil Mansinghka, jefa coordinadora en Go-Vigyan Anusandhan Kendra, una organización científica de Nagpur enfocada en vacunos que es financiada por dos grupos hindúes. «Es nuestra máxima ambición hacer llegar el elixir a todos nuestros compatriotas», agregó.
En el tinglado de Bulandshahar, en el estado de Uttar Pradesh, la asistente Kumari es cuidadosa de no derramar el líquido dorado que acumula en su recipiente.
«Lo más difícil es almacenar la orina de vaca, porque ¿cómo sabes cuándo el animal lo hará?», dice Vikash Chandra Gupta, quien se asoció el año pasado para comenzar su propio negocio. «Los asistentes tienen pistas de los movimientos de los animales y tratan de identificar patrones».
El botín de olor ocre es vertido en un destilador crudo para sacar las impurezas. El destilado puede reducirse a polvo o venderse como un concentrado líquido a vendedores de medicinas tradicionales.
Subramanian Swamy, un miembro del partido dominante de Modi, Bharatiya Janata y que sirve en el Parlamento, no está satisfecho con los actuales esfuerzos de protección vacuna. El economista hindú educado en Harvard llama a la eliminación de una docena de subsidios de carne de búfalo, de la cual India es el mayor exportador. Una escapatoria de esa política lleva a la masacre de vacas cuya carne es pasada como de búfalo, asegura.
Un entusiasta comprador de orina de vaca es el gurú del yoga Baba Ramdev, cuyo imperio de bienes de consumo representa un desafío a Colgate-Palmolive, Unilever y Nestle. El profesor de yoga vestido con una bata color azafrán y activista contra la corrupción paga 150.000 rupias (2.200 dólares) al día en materia prima que su compañía Patanjali Ayurveda usa para producir jabones, desinfectantes y elixires.
Lo más vendido de Patanjali es el limpiador de pisos de orina de vaca Gaunyle, de acuerdo con el Director Gerente Acharya Balkrishna. «Preparamos 20 toneladas de Gaunyle al día y todavía no podemos satisfacer la demanda», señaló en una entrevista telefónica.
Los defensores del ayurveda, un sistema de curación holístico desarrollado miles de años atrás en India, dice que la orina, o «gomutra» de las vacas indias contienen propiedades terapéuticas especiales y beneficios para la salud. Rastros de oro son encontrados en la orina de la vacas, concluyeron científicos de la Universidad Agrícola Junagadh, en el estado natal de Modi en Gujarat. Fue luego de examinar 400 muestras.
Para evitar que las vacas improductivas sean llevadas al matadero, el Gobierno comenzó a mediados de 2014 la llamada Rashitriya Gokul Mission, un programa nacional que implica, entre otras cosas, la construcción de refugios para los bovinos enfermos y estériles. Las ganancias de los residuos corporales de los animales se destinan a pagar su manutención.
El veterinario Navneet Dhand, entrenado en India y profesor asociado en bioestadística y epidemiología en la Universidad de Sídney, advierte de tres enfermedades en la India que podrían potencialmente ser transmitidas a la gente mediante la orina de vacas infectadas: leptospirosis -potencial meningitis-, brucelosis y fiebre-Q, que podría causar neumonía e inflamación crónica del corazón.
Eso no disuade a la Clínica de Salud de Terapia de Orina de Caca Jain, que compra 25.000 litros al mes de una docena de gaushalas. Virendar Kumar Jain, que fundó el centro médico en el centro del país en Indore, dijo que ha administrado medicinas a 1,2 millones de pacientes en las últimas dos décadas por las dolencias de cáncer o diabetes.
Su personal responde diariamente consultas de alrededor de 4.000 pacientes, señala Jain. Los consumidores pueden, además, comprar los productos por sitios digitales, como Amazon. Estima que los asistentes pueden ganar 17 dólares al mes con los desechos que produce una vaca. La orina destilada se vende entre 1,20 y 1,50 dólares el litro, señala Balkrishna de Patanjali.
Aún así, el valor de la orina de vaca no es un gran incentivo para mantener vacas improductivas hasta el día de su muerte, dice Pankaj Navani, un ingeniero cuya granja de 300 vacas produce 2.200 litros de leche al día. La esperanza de vida de un bovino es de 15 años, y podría dejar de producir leche años antes. La manada de Navani, establecida en 2002, es todavía relativamente joven y aún enfrenta el desafío de saber qué hacer con sus lecheras.