Tras haber luchado por más de una década contra el cáncer cervical, Wendy Davison, de 50 años, perdió la batalla. Su esposo, Russell Davison, quedó devastado, él mismo explica que la muerte de su esposa le “rompió el corazón”.
Cuando la tragedia ocurrió, el señor Davison, del Reino Unido, decidió mantener al cádaver de su esposa pues no quería que fuera a la morgue.
¿Por qué lo hizo?
No sólo mantuvo el cadáver de su esposa en casa, sino que pasó seis noches durmiendo junto a ella. Estaba afligido, pero el explica que quería llamar la atención de la sociedad hacia la actitud que se tiene sobre la muerte.
“La muerte parece ser un tema tabú en nuestra sociedad. Nadie quiere hablar de ello“, explica Russell Davison.
“No quería que acabara en una funeraria. Preferíamos cuidar de ella en la casa familiar, tenerla en nuestra habitación para poder dormir con ella”, publicó el diario BCC.
El esposo y sus cuatro hijos tuvieron tiempo de aceptar la devastadora pérdida. Según reseña el diario News.com.au, el señor Davison bañó y vistió el cuerpo de su esposa y lo colocó en el ataúd, al que llamó “capullo”, que estaba en el dormitorio de la pareja.
El mismo quiere concientizar a otros de que no pasa nada estar cerca del cadáver de un ser querido, y que ésta debe ser la “forma de tratar a nuestros muertos”.
En muchos países no es la costumbre tener a los difuntos en casa antes del entierro o cremación, sino en la morgue o funerarias, en otros como América Latina algunos los tienen en sus casas siempre a vista de los que acompañan a la familia, a menudo por pocos días. De más está decir que cada quien vive el duelo de manera diferente, aunque eso lo lleve a ir en contra de la opinión popular.