Dormir poco es un factor de riesgo para los ataques cardíacos
Si nos dieran un dolar por cada queja que escucharemos el día de hoy por la entrada del horario de verano, les garantizo que seríamos millonarios. ¿Pero saben qué es lo peor? ¡Que han pasado más de 20 años desde que se decidió implementar a nivel nacional el cambio de horario y cada año escuchamos las mismas quejas!
El New England Journal of Medicine recopiló la información de los últimos 20 años para saber si el cambio de horario podría ser dañino para el ser humano.
La taza de ataques cardiacos aumenta un 5% en los dos días posteriores al cambio de horario en primavera, contrario a las cifras que se mantuvieron sin ningún cambio respecto al cambio de horario en otoño. ¿La razón? Dormir poco es un factor de riesgo para los ataques cardiacos, además de que médicamente se sabe que la mayoría de los infartos ocurren en lunes, por lo que la privación de esa hora de sueño podría ser perjudicial para aquellas personas que, de por si, ya cuentan con otros factores de riesgo.
De la misma forma se ha comprobado que los accidentes de trabajo suelen aumentar el lunes posterior al cambio de horario de verano, y es que se estipula que, con el cambio de horario, la gente duerme un promedio de 40 minutos menos de lo habitual durante la noche de sábado a domingo. Es por eso que muchos médicos han sugerido que las escuelas y oficinas deberían retrasar una hora el horario de entrada durante el lunes posterior al cambio de horario, para minimizar los efectos del sueño.
¿Un problema más? Es que de acuerdo con el Journal of Applied Psychology, el cambio de horario hace que la gente pase mucho más tiempo en su trabajo durante los primeros días. Y es que es el clásico que te asomas por la ventana, ves que aún hay sol y sigues machacándole como si fueran las 5:30 de la tarde, cuando en realidad ¡van a dar las siete!
Pero a todo esto, ¿quién fue el ogro que inventó algo tan terrible como el horario de verano?
Bueno, de señalar a algún culpable por la invención del horario de verano, ese es Benjamin Franklin, que en 1907 se admiraba por la forma en la que los franceses ahorraban dinero en velas por el simple hecho de despertarse más temprano. Años más tarde, Alemania se convertiría en el primer país en adoptar oficialmente el cambio de huso horario durante la Primera Guerra Mundial con el fin de aprovechar la luz natural y ahorrar cargamentos de carbón que podrían ser utilizados para la guerra.
Eso sí, no crean que todo es malo, pues el horario de verano también trae consigo una ventana de oportunidad, y como muestra están aquellos vendedores ambulantes que, aprovechando la ocasión, se dedican a vender “relojes con el nuevo horario”.