Esto pasa si le das like a todo lo que ves en facebook

Somos amantes de like

Esto pasa si le das like a todo lo que ves en facebook

Autor: CVN
CVN

Somos amantes de like. Vivimos para complacer a los otros y las redes sociales son el ejemplo perfecto de eso. Muchas veces no publicamos lo que nos gusta sino lo que creemos podría generar más interacción con quienes, aseguran, son nuestros amigos aunque nunca los hayamos visto.  Porque una publicación que pase desapercibida nos hace sentir invisibles, como si a nadie le importáramos.

El criterio nos permite decidir sobre una cosa sobre otra, es la capacidad que todos tenemos para adoptar una opinión que deberíamos defender hasta el final de nuestras vidas, sin que otros influyeran en ella. Lamentablemente no es así, mientras la tecnlogía avanza con más fuerza, nuestra opinión y criterio se hace cada vez más volátil. Ya no estamos seguros de lo que somos, de cómo nos comportamos ni de la manera en la que deberíamos actuar frente a los demás.

decisions

Ahora fluimos en un espacio construido por Internet. Nada es real, todo es ficción. Todo es líquido como asegura el teórico Zygmunt Bauman. Vivimos a través de vínculos humanos precarios marcados por el carácter transitorio de los hechos y nuestras relaciones se vuelven cada vez más etéreas. A través de las redes no tenemos responsabilidad hacia el otro, por lo que estamos en constante cambio, siempre en búsqueda de certezas y tratando de asumir los miedos que provoca la libertad.

big bang theory

Sin embargo, esa “libertad” de  las redes no suena tan real cuando nos damos cuenta de los algoritmos que surgen para vigilar cada movimiento, estudiarnos a profundidad y lograr conocernos mejor de lo que nosotros mismos somos capaces. Tal como en 1984, vivimos vigilados, pero en esta realidad las empresas lo hacen para, como ellos dicen “darnos un mejor servicio”, uno hiperpersonalizado.

Facebook tiene algoritmos que permiten que nos éste nos dé el contenido que deseamos y nos recomiende páginas con las que sabe, tenemos afinidad. Pero sobre todo, es una investigación de mercados que segmenta a su público. En un experimento de la revista Wired uno de sus colaboradores llamado Mat Honan le dio Like a todo lo que le aparecía en su inicio durante 48 horas.

El experimento no tenía un objetivo claro, pero buscaba saber qué pasaba con esta decisión, si la red social lo recompensaría o todo lo contrario. Las primeras cosas a las que decidió darle like fueron actualizaciones y comentarios de sus amigos, pero después, cosas extrañas que no le gustaban en absoluto también fueron recompensadas con su aprobación. El problema de las sugerencias de Facebook se presenta, cuando le das “me gusta” a un contenido, te aparecen otros cuatro que te pueden interesar, sin embargo, para fines prácticos decidió sólo darle like a los primeros e ignorar las siguientes.

i like you

Aquellas tragedias de la vida de sus amigos, como el golpe que sufrió el hijo de su amiga Hillary al estrellarse contra el concreto, resultaron un problema lleno de sentimentalismos, pues en realidad, el hecho le causaba tristeza, pero qué más daba, tenía que ponerle “me gusta”. En esos días le gustaron muchas cosas que nunca había pensado. Su inicio se convirtió en uno completamente distinto. Después de una hora ya no había actualizaciones de seres humanos, las marcas lo invadieron. Up Worthy y Huffington Post fueron los sitios que llenaron sus publicaciones principales, con notificaciones de guerra o política, a las que aún cuando estaba en contra daba un bello “me gusta”.

like love
Lo extraño fue que su homepage cambió entre su dispositivo móvil y la versión de escritorio. En el móvil la interacción humana acabó, sólo tenía la opción de ver contenido de sitios web y anuncios. En el escritorio tenía la oportunidad de ver algunas publicaciones de sus amigos aunque también estuviera lleno de publicidad.

Sin embargo, este cambio no fue el único. También hubo algunos que repercutieron en las cuentas de sus amigos. Todos se enteraban de la interacción que tenía, las marcas a las que había dado su aprobación y sus nuevos gustos políticos. Sus amigos le preguntaban si había sido hackeado por su extraño comportamiento. Su amiga le informó que todo su timeline estaba lleno de notificaciones en los que anunciaba su  like a cosas bastante extrañas, él no respondía con otra cosa que no fuera el botón de “me gusta”.

Lo último fue que el departamento de Relaciones Públicas quería contactarlo para hablar sobre su actividad en el sitio, pero no accedió, no tenía sentido contarles el desastre que había logrado en su homepage. En dos días, añadió más de mil cosas a su página de gustos, los que la mayoría eran repugnantes o triviales. El colaborador asegura que fue un experimento del que se arrepiente y que hubiera deseado no hacer.

like or not
Los bots en las redes sociales le dan “me gusta” a páginas aleatorias y no importa cuánta publicidad aparezca en su inicio; nosotros, a pesar de tanta tecnología en la que nuestro criterio se hace volátil, aún no lo somos. Discernimos de lo que nos es placentero o aquello que ni locos estaríamos dispuestos a ver, es lo que nos distingue de cualquier otra especie, humana o no: razonar que razonamos y con ello, tomar decisiones sólidas.

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