¿Intentas perder peso y no lo logras? Es posible que debas evaluar tus hábitos alimenticios. Eso es porque cuando se trata de hacer dieta, no es solo lo que comes, sino también cuándo lo comes.
Cosas como saltarse las comidas, agarrar comida en el camino y comprar con el estómago vacío puede parecer inofensivo en ese momento, pero en realidad podrían estar saboteando sus esfuerzos para perder peso.
Saltarse las comidas
Saltarse las comidas puede parecer un atajo para perder peso, pero el hábito rápidamente puede ser contraproducente. Lo cierto es que omitir comidas no promueve la pérdida de peso, sino un metabolismo más lento y malas elecciones más tarde.
Cuando llegamos al punto de ‘morir de hambre’, tendemos a consumir porciones más grandes y comemos muy rápido. Cuanto más rápido comemos, es menos probable que podamos captar cuándo hemos comido suficiente.
Investigaciones recientes muestran que omitir las comidas y el comer en exceso a menudo pueden estar directamente relacionadas con un aumento en la grasa abdominal, lo que puede conducir a una serie de problemas de salud, como enfermedades del corazón y diabetes.
Comer en el camino
Comer cualquier cosa mientras corres por la ciudad puede parecer un ahorro de tiempo, pero este hábito podría conducir a un aumento de peso. Dado que caminar es una poderosa forma de distracción, podría afectar nuestra capacidad de reconocer la cantidad de alimentos que estamos comiendo y notar cuando nos sentimos llenos. Cuando no nos concentramos completamente en nuestras comidas y en el proceso de ingerir alimentos, caemos en una trampa de alimentación sin sentido en la que no rastreamos ni reconocemos la comida que acaba de consumirse.
Meriendas nocturnas
El momento en que comemos también juega un papel en la pérdida de peso. Los expertos dicen que los bocadillos nocturnos a menudo no son el resultado de un verdadero hambre y pueden resultar en comer en exceso. Con frecuencia está asociado con el aburrimiento, la alimentación sin sentido o el comer emocionalmente. Antes de tomar un refrigerio nocturno o una cuarta comida, pregúntese si realmente tiene hambre o si sucede algo más. Si no está seguro, tome un poco de agua u otra bebida no azucarada. Nuestros cuerpos a menudo confunden el hambre la sed.
Comer fuera
Comer fuera del hogar puede generar un aumento de peso, y comida rápida no es la única culpable. Un estudio encontró que comer en restaurantes de servicio completo es comparable, y en algunos casos, incluso menos saludable, a comer en un restaurante de comida rápida.
Comer se ve como una reunión social, por lo que la gente pasa más tiempo y come más tranquilamente, lo que puede llevar a una mayor ingesta de alimentos. Los expertos sugieren cocinar comidas en casa siempre que sea posible y planear con anticipación antes de salir a comer afuera y elegir la opción más saludable.
Comer demasiado rápido
Engullirse la comida demasiado rápido puede llevar a comer en exceso porque no le da a su cuerpo el tiempo suficiente para darse cuenta de que está lleno. Los expertos dicen que marcarse el ritmo durante las comidas es clave para mantener un peso saludable.
La comida sabe bien cuando realmente la probamos. Cuando comemos conscientemente y desaceleramos, los estudios han descubierto que creamos recuerdos de comida. Estos aumentan nuestro disfrute y nos dejan más satisfechos.
La regla de «limpiar el plato»
Cuando era niño, sus padres probablemente le dijeron que siempre limpie su plato, pero los expertos dicen que esto no es un consejo que se debe seguir. Un plato pequeño y lleno nos hace sentir más satisfechos que uno grande y medio vacío.
En la década de 1950, limpiar su plato significaba algo diferente, el tamaño de las porciones ha aumentado con el tiempo, y si alientas a los niños a confiar en los indicadores ambientales, como la cantidad de comida en sus platos o la hora del día, perderán la capacidad de confiar en las señales internas para saber si ‘ estar hambriento o lleno. Los expertos recomiendan hacer un plato pequeño y equilibrado y luego guardar el resto de la comida.
Ir de compras con el estómago vacío
Hacer las compras mientras estamos hambrientos puede llevarnos a tomar decisiones impulsivas y cargar el carro lleno de alimentos no saludables. Somos más propensos a ser víctimas de la tentación.
Se sugiere tener una comida o refrigerio, como una fruta, antes de ir a la tienda. Además, haga una lista antes de comprar alimentos y apéguese a ella. La planificación es la clave del éxito en la vida, y no es diferente cuando se trata de comer saludablemente.
Comer antes de comprar puede ahorrarle dinero y calorías. Un estudio muestra que ir de compras con el estómago vacío en el centro comercial o en línea puede incluso llevar a gastar más en ropa y otros artículos no comestibles.
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Fuente: CBS