Estos serían los supuestos seleccionados borrachos a los que apuntarían los polémicos dichos de la esposa de Claudio Bravo

Una vez finalizado el partido entre Brasil y Chile en San Pablo, con La Roja derrotada y lejos de toda posibilidad de clasificar al Mundial de Rusia 2018, la esposa de Claudio Bravo utilizó las redes sociales para publicar una dura acusación contra los jugadores: «Se iban de fiestas e incluso no entrenaban de la […]

Estos serían los supuestos seleccionados borrachos a los que apuntarían los polémicos dichos de la esposa de Claudio Bravo

Autor: Pato Lakes

Una vez finalizado el partido entre Brasil y Chile en San Pablo, con La Roja derrotada y lejos de toda posibilidad de clasificar al Mundial de Rusia 2018, la esposa de Claudio Bravo utilizó las redes sociales para publicar una dura acusación contra los jugadores: «Se iban de fiestas e incluso no entrenaban de la borrachera que llevaban. A quien le quepa el sombrero, que se lo ponga y que se deje de andar llorando.»

Ese mensaje de Carla Pardo, la mujer del portero del Manchester City, desató una feroz interna en el seleccionado chileno. Si bien no dio nombres, e incluso aseveró que «a quien le quepa el sombrero que se lo ponga y que se deje de andar llorando», hay antecedentes que revelan quiénes serían los acusados.

El último de los escándalos que golpeó a La Roja de Juan Antonio Pizzi tuvo lugar el pasado 29 de agosto, con una denuncia al futbolista Arturo Vidal por protagonizar desórdenes en el hotel del casino Monticello junto a sus amigos. Fue en la previa de la derrota ante Paraguay en Santiago. Los testigos dijeron que el jugador del Bayern Munich había alquilado varias habitaciones y habría realizado una fiesta. El descontrol provocó que los empleados del hotel llamen a Carabineros. Al día siguiente, al llegar al complejo Pinto Duran, el Rey Arturo desmintió el escándalo: «¿De qué situación me hablan? Vengo de mi casa y desmiento todo esto. Van a seguir (la prensa) ensuciándome la imagen. Vengo a disfrutar con los chilenos, jugar bien, tratar de clasificar al Mundial y me inventan eso. Vengo recién llegando, quiero saber qué pasó.»

Pocos creyeron la versión de Vidal, a quien su historial no ayuda demasiado. Su mancha más grande fue durante la Copa América 2015, cuando protagonizó un grave accidente automovilístico por conducir una Ferrari a alta velocidad bajo la influencia del alcohol. Aquel choque en plena competición pasó a segundo plano cuando el elenco dirigido por Jorge Sampaoli consiguió el trofeo.

Hace pocos meses, el defensor Eugenio Mena fue detenido por manejar en estado de ebriedad a más de 160 kilómetros por hora. El pasado 5 de junio, ante de que Chile viaje a disputar la Copa Confederaciones a Rusia, los Carabineros detuvieron al jugador en la Ruta 68 por conducir a 166 kilómetros por hora con 1.16 gramos de alcohol en sangre.

De todas formas, todos actos de indisciplina no se comparan con el primer escándalo que protagonizó este generación exitosa de futbolistas chilenos. Ocurrió en noviembre de 2011, bajo el mandato de Claudio Borghi. Aquel suceso fue conocido como el «Bautizazo»: varios jugadores llegaron en «un estado no adecuado» a la concentración tras la celebración del bautizo del hijo de Jorge Valdivia. El propio Valdivia, Vidal, Gonzalo Jara, Carlos Carmona y Jean Beausejour se presentaron 45 minutos tarde y presuntamente borrachos en el completo de Juan Pinto Durán.

Luego de ganar la Copa América 2015, la Copa América Centenario y jugar la final de la Copa Confederaciones 2017, la selección de Chile vive su momento más penoso: ha quedado fuera del Mundial de Rusia 2018. El éxito maquilló los escándalos de una generación tan problemática como talentosa. Con la derrota ante Brasil y las acusaciones de la esposa de Bravo, los problemas extradeportivos vuelven al centro de la escena.


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